Tener un perro feliz no es difícil, todo pasa en los primeros años, cuando es cachorro y es ahí donde debemos educarlo. De esta manera crecerá conociendo las reglas de la casa en la que estará.
Cuidado con los pequeños porque tu mascota es un miembro más de la familia, el perro no es un juguete. Jugará, correrá, pero deberá descansar, alimentarse y ser responsable, sobre todo a la hora de limpiar.
Para tener un perro feliz, aprende estas reglas:
Mucha paciencia, perseverancia y cariño, pero no demasiada.
No lo castigues, no le hagas daño.
Ignóralo si se comporta de manera extraña o inapropiada.
Hablar claro, con voz fuerte, para que pueda aprender desde pequeño.
A la hora de elogiarlo, hazlo siempre con una galleta para perros para premiarlo.
No tiene sentido regañarlo por lo que ha hecho después de un tiempo, hay que hacerlo ahora.
Socialización e interacción con otros perros y personas desde el primer día. También es recomendable que interactúes con otros animales, como gatos, pájaros o ratas, sobre todo si llevas algún tiempo conviviendo con ellos.
No sobreprotejas, por ejemplo, tenlo en brazos cuando te encuentres con otro perro en la calle.
Humanizarlo no es bueno. Trate a su perro como si fuera un perro.
Respeta su espacio cuando come, duerme, juega o sale a la calle.
Rutina de caminata con horario estable.
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