Leí en un artículo de Rafael Ramírez, “Privatización de PDVSA, un acto inconstitucional”, lo siguiente: “La existencia de PDVSA como empresa nacional data de 1976 y fue una victoria para todos los venezolanos, cuando la nacionalización de la industria petrolera acabó con las concesiones; Es decir, desde hace más de 66 años, las empresas multinacionales han tenido el control directo de nuestra producción petrolera.
En ese momento de nuestra historia, las transnacionales petroleras se apoderaron de 50 mil millones de barriles de petróleo, disfrutaron de extraordinarias exenciones fiscales y, durante muchos años, ni siquiera pagaron impuestos.
Fueron los años del despojo, la apropiación de nuestros recursos, la transición al capitalismo internacional, la instauración del modelo de renta petrolera en el país, el hundimiento del pueblo venezolano en la pobreza y la desigualdad que caracteriza desde entonces a nuestra sociedad”.
Los años del verdadero saqueo, la apropiación de nuestros recursos, la instalación del modelo mercenario que sumió al pueblo venezolano en la pobreza extrema y la desigualdad fueron entre 2002 y 2013, cuando se desempeñó como Ministro de Energía Popular de Petróleo y Presidente de Minas y Petróleos. de venezuela No puedo decir que me sorprendan sus palabras, porque si algo mostró fue su rostro de granito.
Durante el régimen de Ramírez, PDVSA se convirtió en una herramienta política del gobierno venezolano. La empresa se utilizó para financiar programas políticos y mantener el control del poder. La politización de PDVSA condujo al nombramiento de funcionarios leales al gobierno para puestos clave en lugar de profesionales con experiencia en la industria petrolera. Nunca olvidaré, antes de las elecciones presidenciales de 2006, su discurso en el que aseguró que “PDVSA es rojo carmesí, de arriba abajo”, palabras que luego repitió, como si fuera una broma, cuando en realidad eran consignas de nuestra desgracia. .
La administración de Ramírez también se caracterizó por la falta de reconocimiento y valoración del talento que quedó dentro de PDVSA luego de que Chávez despidiera a 24.000 funcionarios y trabajadores calificados. Muchos profesionales capacitados y experimentados abandonaron la empresa debido a la politización, la falta de oportunidades y la falta de incentivos. Esta fuga de cerebros tuvo un impacto negativo en la capacidad de PDVSA para mantener y mejorar la producción de petróleo. Esta falta de transparencia y competencia ha debilitado la toma de decisiones y la eficiencia de la empresa.
Bajo su gestión, PDVSA también ha realizado importantes inversiones en infraestructura y mantenimiento. Los ingresos generados por la industria petrolera no se gastaron en modernizar y mejorar la infraestructura de la empresa, lo que resultó en una reducción de la producción y una mayor vulnerabilidad a los problemas técnicos. La falta de inversión a largo plazo ha debilitado la capacidad de PDVSA para responder a las demandas del mercado y mantener su competitividad.
También se han denunciado numerosos casos de corrupción y malversación de fondos dentro de PDVSA. Ramírez fue acusado de permitir y encubrir prácticas corruptas, incluidos sobornos y malversación de fondos. Estos actos de corrupción no solo afectaron la integridad de la empresa, sino que también socavaron su capacidad para invertir y operar.
El legado de Rafael Ramírez en PDVSA es de desinversión, corrupción y mala gestión. Su enfoque político y la falta de transparencia debilitaron a la empresa y contribuyeron a su colapso, lo que afectó gravemente a la economía venezolana. Mientras logramos salir de este horror del chavomadurismo, si alguna vez salimos, es imperativo aprender de los errores del pasado y recordar a esos personajes oscuros como Ramírez que contribuyeron infinitamente al arrepentimiento. La mejor destrucción de nuestro país.
Para entonces, no sé si aún tendremos tiempo de reactivar PDVSA y encontrar una gestión transparente, profesional y eficiente del sector petrolero para el desarrollo económico sostenible de Venezuela. Pero ojalá lo veamos a él y a los demás responsables presos, pagando su destrucción, su mala gestión y su corrupción sin fin.
carolyn james branger
@cjaimesb