– La Prensa – Venezuela –
Es bien sabido que RGobierno totalitario Se caracterizan por su autoritarismo, represión y control absoluto sobre la población, y tienden a mantenerse en el poder, principalmente, mediante la manipulación electoral, la censura de prensa y la persecución de opositores políticos.
Sin embargo, en ocasiones, estos regímenes se han visto sorprendidos por la voluntad popular. Elecciones democráticas, siendo derrocado por un candidato desconocido que desafía su poder establecido. Un ejemplo notable de esto ocurrió en 1989, cuando el régimen comunista en Polonia fue derrocado por el movimiento Solidaridad, liderado por Lek Walesa, un líder sindical poco conocido en ese momento. A pesar de la represión y la censura del gobierno, Walesa y su movimiento lograron unir al pueblo contra el régimen autoritario, ganando abrumadoramente las elecciones parlamentarias y presidenciales. Este evento marcó el fin del régimen comunista en Polonia y una transición a la democracia que persiste.
Otro ejemplo es Viktor Yushchenko en Ucrania en 2004. Yushchenko, al igual que Walesa, era un candidato poco conocido que desafió a Viktor Yanukovich en una elección presidencial marcada por la manipulación y el fraude. Sin embargo, el pueblo de Ucrania salió a las calles en protesta, exigiendo Transparencia y justicia electoral. La actitud de los ucranianos fue verdaderamente inspiradora, ya que el régimen autoritario los atacó con todas sus fuerzas. Finalmente, tras la segunda vuelta electoral, Yushchenko fue declarado ganador, lo que marcó un hito en la historia de Ucrania.
Estos casos demuestran que, a pesar del control y la represión de los regímenes totalitarios, La voluntad popular puede ser fuerte. Los ciudadanos tienen el poder de desafiar los regímenes autoritarios a través de la participación política y la movilización social. Y en ambos casos, la sorpresa de un candidato desconocido fue decisiva para el futuro de ambas naciones.
El Plataforma única Y mesa de unidad democrática, encabezado por María Corina Machado, ejemplificó una madurez política que rara vez hemos visto en Venezuela. Debemos dejar de lado las ansias de poder por el bien del país y el apoyo incondicional que sus miembros han brindado a la unidad y hacer sacrificios individuales. Y el candidato desconocido, Edmundo González Urrutia, con su discurso tranquilo, sin asertividad, decente (¡sobre todo decente!), llama a la convivencia y a la paz, un soplo de aire fresco después de veinticinco años de humillaciones, gritos, incompetencia y largos etc. Los venezolanos estamos cansados de tanta corrupción, de tantos conflictos, de tantas mentiras, de tantas manipulaciones. Merecemos algo mejor, ¡ya es suficiente!
Y ahora tenemos una oportunidad de oro para entrar. Transición a la democracia. ¡No lo estropeemos! Sabemos que el gobierno está preparado para cualquier cosa. Pero un pueblo unido en una creencia firme podrá hacer más que ellos.
Carolina James Branger
@cjaimesb
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