– La Prensa – Venezuela –
Hasta el momento, todas las estrategias implementadas por Nicolás Maduro Y sus asesores, han tenido muy malos resultados. Calcularon mal que la incompetencia de María Karina Machado la sacaría del radar de los votantes. Que esta mujer quedaría paralizada por tanta arbitrariedad y luego Maduro se quedaría solo Distrito electoral. Nuevamente cometieron errores de banda en banda. Lo que se ve en todo el país es una mujer transformada en un benigno huracán que sacude cada ciudad que visita y es recibida por multitudes desbordadas de entusiasmo, ilusión y esperanza “contra viento y marea”.
Veamos la primera diferencia inconmensurable respecto a la visita de Maduro al interior de Venezuela. Asociación liderada por María Karina. Por ejemplo, cuando viajaba a pueblos del estado Trujillo, nadie se quedaba en sus casas. Las multitudes que se reunieron en las congestionadas calles de Valera, Sabana de Mendoza, Beticzoque e Isnotu fueron palpables e impactantes. Fue una celebración de alegría que contagió al mundo entero y proyectó a todos los observadores dentro y fuera de Venezuela, la determinación de un ciudadano de seguir adelante, sin prestar atención a los obstáculos que el régimen claramente maliciosamente está poniendo en esta ruta electoral. Muerte. Cuando Maduro visitó recientemente el estado Trujillo, todo parecía un desierto despoblado. Maduro apareció como una figura espectral apostada en una unidad rodeada de policías y escoltada por vehículos de su aparato de seguridad. La gente miraba con disgusto desde las aceras, gritando frases de desaprobación.
Otra gran diferencia la encontramos en las reacciones de sus respectivos seguidores. La gente sigue de buena gana a María Karina., rezumando emoción por sus poros, decididos a enfrentar cualquier adversidad, nada los detiene, más bien redoblan su extravagancia, como ocurrió en la reciente visita de María Corina a los llanos apureños de Venezuela. Los policías que están a cargo de la gobernación han repetido la carta de acoso contra María Karina. Bloquearon las vías de acceso a la capital de ese estado, mientras al mismo tiempo se afanaban en tomar notas de los lugares donde María Corina se detenía de vez en cuando para tomar un refresco o comer unas ricas empanadas. Pues María Corina hizo lo mismo en una comunidad llamada Corozopando, en cuyo espacio dos mujeres guariqueñas montaron un pequeño chiringuito que amablemente atendió a María Corina. ¿Qué pasó después? Funcionarios del Senat (Servicio Tributario de Venezuela) han tomado medidas para multar a María Corina y su equipo de campaña por el “delito” de proporcionar alimentos. La pareja de mujeres respondió con valentía, enviando un mensaje a Maduro: “Puedes cerrar nuestro local, pero no nos impedirás votar por Edmundo González el 28 de julio”.
Si examinamos la actitud fuerte y valiente de estas mujeres venezolanas, que difiere de la posición asumida por sus pretendientes. Los “seguidores” de Maduro, encontraremos una discrepancia extrema. Funcionarios, pensionados o cualquier activista que diga ser un verdadero chavista, comenta de mala gana que se ve obligado a asistir a los pésimos eventos que hace Maduro. Pero por muy presionados que estén, no pueden ocultar ni escapar de la realidad que viven, en un país donde el coste de la vida y la crisis de los servicios públicos afectan a todos.
Maduro cuenta con una enorme flota de aviones para viajar a donde le parezca, rodeado de escoltas “dentudas”, María Corina viaja en una camioneta, con un hombre que tiene a sus órdenes motos, bicicletas, caballos, burros, canoas, un pueblo indomable y asediado. Quiere luchar que se multiplique en cada comunidad que lo acepte con alegría. El contraste permite concluir que María Karina es llevada en hombros por la multitud, que la ve a veces como una virgen que encabeza procesiones religiosas y siempre como una “mamá gallina” que quiere cobijar a su pueblo; uno con Mensaje unificador y pacifista, predicando la verdad diciéndole a la gente, no lo que quieren oír, sino enseñanzas esenciales para emprender responsablemente la titánica tarea de reconstruir el país que nos destruyó. Otro tema relevante, la agenda política del país, lo está marcando María Corina Machado. El lado opuesto está representado por un Maduro seco e invisible, aparentemente reducido a su mínima expresión y perdido en un aislamiento que intentan borrar con la tecnología de redes manipuladas y promesas que sabe que no puede cumplir, ni siquiera devolver. al artificio picaresco.
Hay otra gran diferencia. Maduro no quiere observadores electorales. Sabe que no tiene apoyo público. Más del 80% de los votantes lo rechazaron. “Este panorama es demasiado deprimente para mostrarlo”, intervino Maduro entre sus afligidos seguidores, cada vez más confundidos por el modelo de campaña que hunde a los candidatos testarudos en un mar de desastre. Por eso se opone a la presencia de misiones de observación de la UE. Maduro apuesta por la abstención, creyendo que será mejor para sus planes que la gente no acuda a las urnas. Aunque María Corina y Edmundo González Urrutia no dejan de animar a los ciudadanos, acuden a visitarlos como en los grandes eventos en las ciudades de La Victoria y Guatire. Estas movilizaciones se preparan mediante un trabajo organizativo cuidadosamente articulado para garantizar todos los votos emitidos el 28 de julio. Es la tarea histórica encomendada a Los Comanditos, la herramienta ciudadana que entra en cada zona y que se multiplica, en la medida que se construyen las mesas de votación para que cada mesa electoral tenga seguridad.
Antonio Ledezma
– La Prensa – Venezuela –