– La Prensa – Venezuela –
Venezuela tiene uno Constituciónlo que determina cuándo se llevarán a cabo los procesos electorales, y por lo tanto, nadie, aunque tenga algún poder, puede decir que no habrá elecciones en ningún lugar por cualquier motivo que quiera utilizar y dictar los lineamientos. .
Así lo expresó el politólogo Mario Pardigón¿Quién dijo que, ante todo, un país no puede ser gobernado por la voluntad de quien pretende actuar como presidente, ministro o líder, como ocurrió en el siglo XIX y a la que quedó subordinado a finales de siglo? , Juan Vicente Gómez.
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El país debe ser gobernado. Constitución Y la ley de la república, sostuvo. Un ministro que se cree en posesión del poder y sin ninguna consideración llega incluso a decir que las elecciones no se celebrarán sólo porque él lo diga.
No es porque esté gritando.lo digoEsta constitución estipula la existencia de cinco poderes y la opción democrática, cualidad que confiere soberanía no a un individuo sino al pueblo, que tiene el poder de elegir a sus autoridades.
Ahora hay que hacer una revisión Consejo Nacional ElectoralDijo Perdigón. Este tema coincide con el CNE, organismo que constitucionalmente está obligado a rendir cuentas ante el país.
Existen diferencias y enredos por incumplimiento de sus funciones y falta de responsabilidad. CNEseñaló. Una organización creada para llevar a cabo el proceso electoral de manera rápida, transparente y confiable no puede levantar sospechas.
La primera virtud es que CNE Es confianza, para que todas tus acciones sean sólidas, respetadas y seguidas tanto por los participantes como por los votantes.
Alabama CNE Se le pide que asuma su papel de fuerza electoral y, por tanto, que sea plenamente autónomo y con autoridad respetable; Pero no lo es y, como resultado, aún no ha presentado pruebas que hagan que sus conclusiones sean irrefutables.
Perdigon consideró que debería haber una evaluación de rectores CNE Porque sus acciones han creado una atmósfera de desconfianza, incertidumbre y sospecha. Y debe quedar claro que no puede haber intromisión en el poder y por tanto, un ministro no puede interferir en el poder del poder electoral. Incluso el presidente tiene que respetar este poder y, al mismo tiempo, el poder electoral tiene que respetar la voluntad del pueblo y generar confianza en el soberano, que es responsable ante el pueblo.
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