Catálogo de Pintores y Escultores Colombianos Fernando Botero Su larga existencia como artista y ser humano tiene motivos para ser popular por asistir a diversos eventos.
No tiene nada que ver con el estatus de popularidad debido a la escasez. estudios de arte formalesque caracterizan a los pintores ingenuos o folcloristas.
Por otro lado, el colombiano es un aguerrido estudioso cuyas fases incluyen los dos años que pasó en Florencia, Italia, dedicados al estudio y la investigación en la Academia de San Marcos.
Lo apoya en este exigente campo de la teoría que lo convierte en un humanista que se quema las pestañas. Conocimiento de la historia, el arte y la cultura humana..
primitivo
Es el pintor que puso a Colombia en el mapa universal del arte tal como lo hizo en la literatura Gabriel García Márquez con Cien años de soledad. Y lo consigue con un estilo original que marca las distintas fronteras del arte decorativo y, a veces, surrealista.
En su evolución artística, Botero tomó un camino opuesto, diferente al que les sucedió a sus mejores artistas plásticos contemporáneos en Venezuela. Estos se han llevado a cabo a través del medio actual del abstraccionismo, entre otros. Jesús Soto y Carlos Cruz Díez.
Este entra bastante Caminos autóctonos y nacionales a la hora de pintar. De esta manera, analiza las influencias plásticas europeas, incluido Pablo Picasso, y las influencias mexicanas, y dirige sus obras sin dejar de ser universal.
Lo hace sin rayar en extremos de populismo o nacionalismo xenófobo. En ese sentido, todo es moderación a la hora de desarrollar motivos en la pintura.
El realismo colombiano siempre lo acompaña en su obra decorativa con motivos que rozan el surrealismo pero que se construyen sobre la originalidad de la cultura y la filosofía latinoamericana.
es de ellos Figuras exageradas que crean su propio lenguaje plástico crean el estilo que lo hizo famosoHasta el punto de convertirse en el pintor latinoamericano más reconocido en el mundo.
evento
La esfera de Botero se eleva muy alto arte pictórico Convertirse en una personificación de la cultura de su país. Pero es capaz de descender con increíble humildad a los escenarios de la vida cotidiana, sin la mezquindad de quienes se creen en la frontera de las bellas artes.
Hay varios hechos que lo convierten en un pintor y escultor popular que nos vienen a la mente con motivo de su reciente muerte.
Aquellas obras decorativas de grandes dimensiones o macizas frente a las estilizadas donde reflejan su idea estética más cercana a lo feo que nos recuerda a Venezuela. Armando Reverón, quien sostuvo que “hay belleza hasta en la basura”. También a los muralistas mexicanos con sus pinturas de gran formato y dibujos de formas pronunciadas.
Nacido en 1932, el antioqueño nunca permaneció indiferente ante el conflicto armado en el que estaba inmersa Colombia desde 1948. Esa violencia fratricida siempre le preocupa y la refleja en su arte. Sus obras dedicadas a la Paloma de la Paz lo confirman.
Surge la tesis de que en sus obras reinterpretan la violencia que abarca más de 70 años. Liberal y conservador, cruzó el Columbia. Impuesta por el establishment en contraposición a nociones estereotipadas de belleza, como figuras grotescas de hombres y mujeres.
Su interés por las fiestas de la ciudad, con sus carnavales, dio lugar a una serie de veinte pinturas que le identificaban y conectaban con Formas de divertirse para la gente común. No son los carnavales brasileños a los que otros se dedican con entusiasmo por su valor comercial. Otro vínculo con su popularidad en su tierra natal.
Gran parte de su trabajo es donación. Instituto Cultural de Colombia. Quizás en esa decisión tenga peso su concepción hedonista del arte, que entendía como placer, pero que, como muestra de alienación, decidió compartir con la gente común de su país. Arte al alcance de los de abajo. Le alegró que sus compatriotas lo disfrutaran.
Su conexión con los habitantes de su país, ya que visitaba los lugares de exposición para comprobar sus reacciones ante sus creaciones. El día de su muerte, los colombianos acudieron en masa a los lugares donde se exhibieron sus producciones para reflexionar sobre ellas. Este artista se sumerge en lo colectivo desde el punto de vista artístico.
Su filosofía del pacifismo pidió el fin de la violencia en Colombia, lo que provocó la destrucción de una de sus obras por parte de la pseudoguerrilla que opera en Colombia. Hizo lo mismo en la serie El dolor de Colombia que dona Museo Nacional de Colombia.
Estos hechos son la mejor evidencia de las excepcionales cualidades humanas de un hombre.
Fernando Botero, el pintor y escultor promotor de la identidad colombiana que se afirma con un estilo único grabado poco a poco con los altibajos de su búsqueda; Porque el conocimiento no cae del cielo ni de repente.
Con su fallecimiento físico el viernes 15 de septiembre no se cierra un ciclo pero queda un legado relevante del popular artista.
Freddie Torrealba Z.
Gorjeo: @freddytorreal11