Que haya paz, justicia e igualdad de oportunidades. Poner fin a la guerra, el hambre, la violencia y la injusticia.
Una fiesta de gran significado para cristiandad. El misterio de la encarnación Dios creó al hombre. Un niño pequeño nacido en un hueco, en una cuna humilde, de padres muy humildes, rodeado de granjeros y animales, viene a salvar el mundo. Para liberarlo de sus pecados y de sus penas. Sobre sus guerras y sus males. Sobre sus mentiras y sus distorsiones.
Tenemos una tradición de pedir favores. hijo de Dios A medida que se acercaba su nacimiento. La primera petición que me viene a la mente es la paz. Que pare la guerra. Poner fin a la violencia, el crimen, Matar a niños e inocentes. deja que termine Guerras en Ucrania y Medio Oriente y en Siria y Sudán Y dondequiera que la gente esté matando a otra gente. Fortalecer los valores familiares y cristianos.
Lo primero que le pido al Niño Dios es que haya paz en el mundo entero. Y para que haya paz deben cumplirse tres condiciones: que la justicia prevalezca sobre la guerra, que el amor prevalezca sobre la violencia y que el perdón y la misericordia prevalezcan sobre el odio.
Para el mundo queremos paz, justicia, amor, perdón, solidaridad, hermandad, eliminación de la guerra, la violencia, la injusticia, el odio y el egoísmo. Igualdad de oportunidades para todas las personas. Erradicación del hambre y la pobreza. Todo eso es posible. YRequiere corazón dispuesto e inteligencia: ciencia y tecnología. No para crear más armas de destrucción y muerte, sino para que no nos falte el pan de cada día.
Lo mismo pedimos para Venezuela. Que haya paz, justicia e igualdad de oportunidades. Poner fin a la guerra, el hambre, la violencia y la injusticia.
Esta es mi carta al niño Jesús.
Seguiremos hablando.
Eduardo Fernández
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