somos Fin de otro año. Una ocasión especial que registra diversas reacciones en las personas desde alegría hasta tristeza. El testimonio de aquel momento queda para siempre en la literatura.
La noche del 31 de diciembre de 1923, en Buenos Aires, capital de Argentina, el brillante joven Jorge Luis Borges Escribió su poema de fin de año. En esta creación reflejó el misterio del paso del tiempo por la fuerza del viento. Su cronología que todos seguimos religiosamente los 365 días del año. No podemos cambiar el pasado, podemos cambiar el presente y el futuro es impredecible.
El poema avanza por etapas. Corrientes filosóficas de la dialéctica, el idealismo y la metafísica. Ontológicamente, la naturaleza del ser, la existencia y la realidad están unidas.
Borg revela las razones asociadas con esta fecha festiva en la historia de la cultura cristiana occidental. Nos sumerge en variables como: astronomía, campanadas, tiempo, infinito, agua, ríos, inmovilidad.
El conflicto entre la vida y la muerte recorre el poema de principio a fin.. Es esto lo que da continuidad y sentido a esta creación, que está llena de profundidad filosófica y que no podemos evitar de un solo golpe.
Su referencia es al aforismo de F.Su filósofo griego Heráclito Movimiento integral sobre el río donde se desarrolla la vida humana. El río en el que no debemos bañarnos dos veces por su corriente. Pero como él dice “Somos gotas en el río de Heráclito”.Es una forma de suscribirse a los cambios necesarios en la vida humana y en el mundo que explican su evolución de lo simple a lo complejo.
JLB nos ayuda a entender que aunque termine un año, la vida sigue su curso con el hombre como principal protagonista. Existimos existencialmente a medida que avanzamos de un año a otro con nuevos sueños y metas. En esta lucha de la vida cuando caemos en la batalla hay acontecimientos que nos invitan a caminar un kilómetro más o a resistir y levantarnos.
La alusión subyacente del poema a la muerte es lo que la gente teme. Pero es una forma de recordarnos que somos finitos y que aunque debamos morir, nuestra esencia como seres humanos sobrevive o permanece. La gente siempre es paciente incluso cuando muere. Cuando morimos, nos recuerdan a nuestros seres queridos como prueba de que hemos pasado por este mundo de desigualdad natural y social.
Las campanadas anuncian la conclusión y el comienzo de un día con sus constantes repiques. Al final del poema, sin embargo, recurre a la metafísica invocando la quietud en oposición al movimiento del río.
disfrútala Excelente creación poética. Una introducción a Internet del aclamado, brillante y siempre controvertido Jorge Luis Borges, el estudioso que soñó con la Biblioteca de Babel:
Al final del año
o pormenor simbólico
Para reemplazar un tres por un dos
Ni siquiera esa metáfora inútil
Invoca un período que muere y otro que surge
o la perfección de un proceso astronómico
Aturdido y subestimado
La meseta de esta noche
Y nos hacen esperar
Doce quimos irremplazables.
razón real
Es una duda común y vaga.
Los misterios del tiempo;
Es la maravilla antes del milagro.
A pesar de esa infinita posibilidad,
A pesar de eso nosotros
Gotas del río Heráclito,
Algo es permanente en nosotros:
aún
Freddie Torrealba Z.
Gorjeo: @freddytorreal11