adentro 1565con dinero de la Real Hacienda y otra parte de caridad, el canónigo Pedro del Castillo construyó un pequeño asilo de enfermos “donde curaban a los curiosos porque no tenían médicos, ni cirujanos, ni sangrantes, ni boticarios”. sólo por esclavos el rey Felipe II lo designaría como Hospital Real de Berquisimeto y se mantuvo por rentas. 100 pesitos Según la voluntad de su fundador.
Para la historiadora Nieves Avelan de Tamayo, en su libro La Nueva Segovia de Barquisimeto (1992) El primer hospital se construyó en Coro, pues un antiguo documento fechado el 6 de agosto de 1535 se refiere al Hospital de la Provincia de Venezuela, que entonces era la capital de esa jurisdicción.
Según un documento del año del Señor de 1535, cuando los procuradores de la corte de la ciudad de Santa Ana de Coro solicitaron ayuda económica a Madrid para construir unos hospitales en Venezuela; Y en respuesta a esa petición, el emperador Carlos I de España y V de Alemania dictó una Real Cédula el 9 de enero de 1535 en la que “engrasaba la maleza y las colas de oro en el hospital de la provincia de Venezuela”.
Los hospitales venezolanos se sostenían con ingresos propios gracias a las donaciones, con una novena y media de los diezmos recaudados en la jurisdicción, lo que quiere decir que el total recaudado se divide en nueve partes iguales, y entre esas nueve partes se divide en una y una medio. En el hospital.
30 de enero de 1582, obispo de Coro Friel Juan Martínez de Manzanillo Ordenó comunicación con el Rey de España e informó que “no hay hospitales en estas ciudades, excepto en la ciudad de Nueva Segovia de Barquisimeto donde el cura Pedro del Castillo ha establecido uno”.
El investigador Emilio Acosta escribió en su artículo Hospital San Lázaro de Barquisimetopublicado CorreodeLara.comQue en 1579 el hospital se denominó San Lázaro, agregándose que tenía dos cuartos de enfermería, divididos para hombres y mujeres, seis camas y mobiliario para el cuidado de los enfermos.
El obispo Mariano Martí, en su relato de un viaje pastoral a Barquisimeto el 11 de marzo de 1779, hace una observación curiosa cuando recomienda la necesidad de comprar una esclava joven que quería casarse con una esclava joven en el hospital, para una mejor atención. 8.776 almas y enfermos en un pueblo de solo 303 casas.
“Este hospital está construido, cita Martí, en una esquina de la plaza principal del pueblo de Barquisimeto, a una distancia de una cuadra al poniente de su iglesia parroquial” (sic), se refería el prelado al Santuario de la Inmaculada. Concepción.
Nieves Avellán de Tamayo afirma que la ubicación de este hospital se encontraría hoy en la esquina sureste de la intersección de la calle 27 con la carrera 16, donde probablemente estuvo desde 1565 hasta 1812, cuando quedó reducido a escombros por un terremoto.
Otro dato curioso prueba que en 1632 Mauricio Gil de Gamara era mayordomo de hospital y en 1645 don Fernando de Heredia.
El 6 de junio de 1678 se inscribió una venta de terrenos de doña Juliana de Villegas Gudino, cuyos linderos se referían al barrio con la fábrica que hacía el hospital, propiedad que adquirió el hospital para la nueva zona.
Respecto al Hospital de Barquisimeto, el médico e historiador Rafael Ceballos Garzón menciona en su obra Hospital de la Caridad al Hospital Central de Barquisimeto 1880-1954, Hacia 1715, el lugar era administrado por Lope Galíndez, de origen vasco, quien se quejó al rey en un memorando en el que señalaba que el hospital había estado cerrado durante más de 40 años, tiempo durante el cual los vicarios asumieron la mayordomía y trasladaron la novena . Esa mitad correspondía a la iglesia y al hospital, agregando que la iglesia le debía al menos 8.000 pesos al hospital. Explicó además que no pudo cobrar este préstamo, mucho menos los intereses, por lo que tuvo que usar cuatro de sus esclavos de la hacienda para avanzar en el trabajo y construir una casa fuerte y segura con limosnas. Emisión “para mujeres escandalosas” que encargó el arzobispo, con un anexo donde vivía una mujer casada que se encargaba de su cuidado. Asimismo, informó que los sacerdotes se excusaron de celebrar la Misa por los enfermos porque el hospital no pudo pagar los 80 pesos de renta pactados para el capellán.
Ceballos anota que para 1768 se mantenía el Real Hospital de Barquisimeto con una capital censada de 9.574 pesos, que producía anualmente 478 pesos, 5 reales y 9 maravedíes, además de recibir tres novenos y medios diezmos. gramo, que sumaban más de 1.100 pesos, pero adeudaban.
Activos y costes hospitalarios
Según la lista del mayordomo Lorenzo de Anjolas, el hospital de ese año (1768) tenía cinco camas o catres, “uno de ellos muy viejo”; tres colchones trenzados y un colchón rayado, rellenos de paja o lana; Cinco almohadones, uno de angaripola y el resto rayado; tres vainas, dos floretes ruanos; Seis hojas del mismo material; Ocho cubrecamas beige y dos cortinas a rayas para cada cama. El cupo era para cinco pacientes y los pobres y/o extranjeros podían ser acomodados si había espacio disponible, pero este cupo se reducía si el alquiler era insuficiente.
En cuanto a la dieta, Anjolas entendió que dependía del estado enfermizo de los enfermos y les dio de comer pan de maíz y carne, con otras carne de pollo, pan de trigo, fécula, bizcochos y vino; Incluyen huevos y gachas.
En cuanto a los gastos diarios, reflexionó el mayordomo de Anzolas, el costo del pan y la carne para alimentar a los pacientes fue de 5 reales. En las velas, si hubiera una o dos enfermeras, se gasta la mitad del real en la noche. El precio de la criada es de un rial por día y el de la enfermera es de otro rial. Además, se compraba leña y agua, y pequeñas cantidades de azúcar, canela, cacao, papel y aceite. Una libra de azúcar cuesta un rial y medio, y cuatro hojas de papel cuestan un rial. Los uniformes de las enfermeras se guardaban en una caja fuerte del hospital y constaban de cuatro camisas, una de lona y tres camisas. Bretaña.
Este hospital no contaba con médico ni boticario, ya que no existía en toda la ciudad y se contrataba a curiosos locales o de San Felipe y Caracas. La criada, de nombre Victoria, esclava liberada en 1783, sufría de peste bubónica y la enfermera del gobierno era una esclava negra. Ceballos confirmó que el informe de Lorenzo de Anjolas fue certificado por el magistrado de Bober y juez interno de Barquisimeto, José Martín de Gainza.
Para 1800 la medicina era practicada por curanderos autorizados como Duperon y Juan Ajas, pero para 1832 la ciudad ya contaba con un médico, el licenciado español Antonio María Pineda Ayala, padre del abogado Antonio María Pineda Sanabria, quien era presidente de la facultad. . de Ciencias Políticas del Colegio Federal de Primera Categoría y padre del Dr. Antonio María Pineda Buzanda y posteriormente primer director del “Hospital Pineda”.
Se necesitan doctores
El 11 de octubre de 1851, El Correo de Caracas, en la página I, publicó una curiosa nota que revelaba, entre otros detalles, la ausencia de profesionales médicos en Barquisimeto.
“A los profesionales médicos. -En la populosa y próspera provincia de Berquisimeto faltan los médicos necesarios en el sistema médico-quirúrgico, pues sólo hay tres o cuatro médicos en ejercicio; Hay cantones como Cabudare, Yarratagua, Quibor y similares, donde no hay un maestro que releve a la humanidad.
-Un médico cirujano inteligente que estuviera destinado en la capital de Berquisimeto, tendría mucho trabajo que hacer, porque atendía a los enfermos en ese lugar y en los cantones inmediatos; Y no hay duda de que hará fortuna, como muchos lo han hecho en poco tiempo- (durante un mes)”.
Luis Alberto Perozzo Pádua
Periodista y cultura
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