Ecuador anunció este martes que por segunda vez en la historia reciente del país sudamericano, el ejército estadounidense podrá operar en su territorio para combatir actividades ilegales como el narcotráfico y la trata de personas.
Para que entre en vigor, los acuerdos firmados entre ambos países deben ser sometidos a la Corte Constitucional, que tiene la facultad de aprobarlos o rechazarlos, ya que Ecuador no tiene asamblea desde que el presidente Guillermo Lasso la disolvió en mayo.
– La Prensa – Venezuela –
El ministro de Asuntos Exteriores de Ecuador, Gustavo Manrique, aclaró en rueda de prensa que esto no significa el despliegue de tropas estadounidenses en el país sino “que entren, realicen operaciones y se retiren en un corto período de tiempo” y destacó que estas operaciones tendrán coordinación y seguimiento. . Autoridades ecuatorianas “para no perder soberanía”.
Enfatizó que existe otro acuerdo que establece un marco legal en el que tropas y funcionarios del gobierno estadounidense pueden “desplegarse y permanecer en territorio ecuatoriano”.
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Esta es la segunda vez en este siglo que se abre la cooperación militar entre ambos países: la primera fue el traslado de una base aérea a la ciudad de Manta donde militares estadounidenses realizaron misiones contra el narcotráfico entre 1999 y 2009, cuando el entonces presidente Rafael Correa (2007-2017) rescindió el acuerdo.
El presidente firmó el acuerdo Lasso durante un viaje de 10 días a Estados Unidos que finalizó la semana pasada y donde se reunió con diversas autoridades y organismos internacionales en Nueva York y Washington a quienes expresó la “urgencia de combatir el crimen organizado transnacional para detener la violencia”. y el crimen.”
Ecuador atraviesa su peor crisis de seguridad en décadas, alimentada por estructuras del crimen organizado dedicadas al narcotráfico, la extorsión y el secuestro, entre otros delitos, y que ha preocupado a los sectores civiles y productivos.
Según las autoridades, los enfrentamientos entre pandillas rivales, filiales de los cárteles colombianos y mexicanos, que luchan por el control de las rutas del narcotráfico y los territorios de distribución de drogas, se han sumado a los recurrentes disturbios y disturbios carcelarios. 400 presos han sido asesinados por sus compañeros en los últimos 30 meses.
En mayo, Lasso disolvió la asamblea y acortó su propio mandato en medio de un juicio político para destituirlo. Su sucesor será elegido en una segunda vuelta entre la corista Luisa González y el empresario Daniel Noboa prevista para el 15 de octubre.
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