Los pandas, con sus caras adorables y su aparente torpeza, son quizás algunos de los animales más emblemáticos de nuestro planeta.
Exteriormente, el panda se parece a un oso de color contrastante. El panda de Sichuan tiene el conocido pelaje blanco y negro, mientras que la subespecie Qingling tiene un pelaje de dos tonos contrastantes de marrón o negro según la edad.
– La Prensa – Venezuela –
Las orejas, la nariz, el pelo alrededor de los ojos, los hombros y las extremidades son negros. La cara, el vientre y la espalda son blancos.
La pata del panda, con cinco dedos, tiene un “sexto dedo” como un pulgar. Sus patas delanteras son fuertes y útiles para trepar y son más largas y musculosas que las traseras.
Sus ojos son pequeños y, mientras que las pupas de otros osos son redondas, los pandas tienen forma de gato, lo que les da el nombre chino simplificado de oso felino grande.
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Detrás de su imagen amigable, los pandas son animales con comportamientos interesantes. Son herbívoros, pero han desarrollado una dieta centrada en el bambú. Este alimento les proporciona los nutrientes que necesitan, pero es ineficiente, por lo que comen la mayor parte del día para sustentarse.
Son criaturas solitarias por naturaleza; A veces se encuentran en pequeños grupos o parejas temporales durante la temporada de apareamiento.
Su mayor actividad se produce al amanecer y al atardecer, mientras que el resto del tiempo lo pasa durmiendo en el bosque de bambú.
Son muy pacíficos. Marcan su territorio con una combinación de olores producidos por sus glándulas anales, orina y marcas de garras. Así evitan colisiones al no utilizar zonas de terreno compartidas. Al ser un animal subtropical, el panda ha perdido su costumbre de hibernar.
El atractivo universal de los pandas los convierte en personajes recurrentes en películas, programas de televisión y libros infantiles. Han sido venerados en la mitología china durante siglos y representan la armonía y la paz.
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