– La Prensa – Venezuela –
en antiguo imperio Los generales, los grandes guerreros, cuando regresaban a sus ciudades lo hacían sobre hermosos caballos y al frente de los ejércitos victoriosos en las conquistas de otros pueblos. Como obsequios al rey o emperador traen consigo una gran cantidad de riquezas, esclavos, animales exóticos, y en general este desfile indica la gloria del conquistador que, haciendo gala de valentía e inteligencia militar, logró conquistar y colonizar otras naciones. Bajo el yugo del modelo imperialista. Que fue servido.
La gente se alineó a ambos lados del carril de la victoria y vitorearon y sintieron que eran parte de una nación poderosa y, por lo tanto, podían disfrutar del orgullo de estar en la cima. La pirámide de la civilización.Independientemente de que su vida personal era miserable y sus relaciones familiares y sociales significaban prisiones de dolor y sufrimiento.
El pueblo humilde no disfrutaba nada de los manjares, esclavos, riquezas y riquezas que traía el conquistador, y a sus hogares llegaba sólo como un eco, el comentario viajero que describía las festividades y jolgorios celebrados en nombre del banquete. La nación entera Muy pocos privilegios exclusivos.
A diferencia de este esplendor jefes de guerra Fue la entrada triunfal en Jerusalén del Gran Conquistador que entró en la historia montado en un burro para llevar los regalos del amor y el perdón a la humanidad. Detrás de él no había ejércitos ni caravanas de personas bajo la espada, sólo innumerables rostros radiantes de alegría y una multitud a cada lado de la calle que lo honraba tejiendo a su alrededor una alfombra de bienvenida con palmas cortadas. casa
eso gran ganador Que recordemos siglo tras siglo, año tras año, día tras día, cómo el Iluminado nos liberó de las cadenas del miedo, rendidos a las fauces de los poderes terrenales representados por soldados y falsos mensajeros de Dios, que aún cabalgan. Sobre su burrito, con destino fijado Salvación eterna de nuestras almas..
esto es Jesús es victorioso Y los alabados serán después torturados y asesinados, pero nunca debemos olvidar que ese dolor asumido por Él como pago por nuestra posibilidad de crecer espiritualmente y entrar al nivel de la felicidad permanente fue el principal regalo que Él nos trajo después de entrar en nuestras vidas. . vino Un humilde burro, que no nos pide nada a cambio, sólo cuando descubrimos en nuestra intimidad que somos seres superiores a nuestros instintos, pasiones y apetitos.
Aquí viene Jesús, está entrando en el camino del amor para quitar nuestras dudas, hagamos las palmas de nuestro corazón y celebremos la alegría en la comunidad de creyentes de que tenemos un guía que nos dará la victoria sobre el mal del mundo y los poderosos con sus soldados y leyes injustas, solo nosotros superamos las peripecias que todos podemos celebrar esas cosas.
Dios es mi sacerdote, Jesús es el ganador de mi alma. Y no temo que el mundo avance antes que yo en la derrota del mal. Aquí está Jesús y echará al infierno a los que disfrutan martirizando a la gente. amén
Jorge Euclides Ramírez
– La Prensa – Venezuela –