El Papa Francisco vuelve este viernes a pedir la paz en el mundo y asegura que “ninguna guerra vale el grito de una madre que ve a su hijo mutilado o muerto” y “ninguna guerra vale, ni siquiera una persona”, celebró la VI Paz hoy en París En un discurso leído en el Foro.
En su mensaje publicado por el Vaticano, el Papa reiteró que “la paz no se construye con las armas sino a través de la escucha paciente, el diálogo y la cooperación” y que “pueden ser el único medio digno de la persona humana para resolver los problemas”. “
El Pontífice argentino recordó que este evento, impulsado por el presidente francés Emmanuel Macron, se desarrolla este año “en un contexto global muy doloroso, cuando observamos impotentes la multiplicación de los conflictos armados, con sus diversas formas de sufrimiento, injusticia y pérdidas”.
Francisco destacó el “derecho inalienable a la autodefensa, así como la responsabilidad de proteger a aquellos cuya existencia está amenazada”, pero pidió reconocer que “la guerra es siempre una derrota para la humanidad”.
“Ninguna guerra vale las lágrimas de una madre que ve a su hijo mutilado o muerto; Ninguna guerra vale la pérdida de la vida, ni siquiera de una sola persona, un ser santo, creado a imagen y semejanza del Creador; Ninguna guerra vale la pena envenenar la casa común; Y la desesperación de quienes se ven obligados a abandonar su patria no vale la pena”, añadió.
El Papa enfatizó que “la construcción de la paz es una tarea lenta y paciente que requiere el coraje y el compromiso firme de todas las personas de buena voluntad que tienen en el corazón el presente y el futuro de la humanidad”.
“La paz duradera se construye día a día reconociendo, respetando y promoviendo la dignidad del ser humano y sus derechos fundamentales”, añadió.
Y aprovechó este mensaje para retomar su llamamiento a “repensar la producción y el comercio de armas, instrumentos de muerte y destrucción” y a “abrazar decididamente el camino de un desarme progresivo pero integral”.
Tomado de La Prensa – Venezuela