MILÁN.- Silvio Berlusconi, el tres veces primer ministro de Italia, ha muerto en el hospital San Raffaele de Milán tras padecer leucemia durante mucho tiempo, informaron hoy medios italianos.
Berlusconi, de 86 años, ingresó el pasado viernes, tres semanas después de ser dado de alta, tras una estancia hospitalaria de 44 días por una neumonía que había sido vinculada a la leucemia.
La salud del político se había deteriorado en los últimos años: fue operado del corazón en 2016, cáncer de próstata y hospitalizaciones repetidas en 2020 tras contraer la Covid-19.
Una vida marcada por la política
Hizo su fortuna a través de su negocio de construcción y su canal de televisión, y alcanzó fama internacional como propietario del campeón de fútbol europeo AC Milan. Después de más de 20 años de éxito empresarial, ya millonario, Berlusconi ingresó a la política y lideró varios gobiernos en 1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011.
Si bien Berlusconi no duró mucho en el poder en 1994, en 2001, después de ganar su segunda elección, se convirtió en el único jefe de gobierno en la Italia republicana posterior a la Segunda Guerra Mundial en cumplir cinco años en la legislatura.
En 2011, renunció como primer ministro después de que Italia se sumergiera en una crisis de deuda y él mismo se viera envuelto en una serie de escándalos. En 2022, Berlusconi ganó un escaño en el Senado en las elecciones generales celebradas el 25 de septiembre y pudo regresar a la cámara legislativa de la que fue expulsado casi una década antes tras cumplir una condena de cuatro años de prisión por fraude fiscal.
A lo largo de su carrera política, Berlusconi se enfrentó a más de veinte juicios, en ocasiones especialmente por difamación. Pero fue absuelto de todos los cargos.
Fue durante su mandato que Roma estableció buenas relaciones con Moscú y el Grupo de los Siete se convirtió en el G8 después de que Italia se uniera a la organización. El líder ruso fue invitado a la cumbre del G8 por primera vez en 1996, cuando el grupo se reunió en Nápoles. A lo largo de los años, en reuniones políticas de alto nivel, Berlusconi desarrolló una amistad personal con Vladimir Putin.
La imagen de Berlusconi nunca dejó indiferente a nadie en Italia, donde tuvo acérrimos partidarios y detractores. Sin embargo, a medida que surgieron otras nuevas generaciones de políticos, Berlusconi se volvió más respetado y amado por sus oponentes. En el plano político, es incuestionable que ha dejado una huella significativa en la historia de su país, ya sea que se considere positiva o negativa.
Tomado de La Prensa – Venezuela