Azalea es discreta, pero su bufanda la distingue de otros fotógrafos: la ves y sabes que está trabajando y enseñando a otros. Se caracteriza por la sencillez y honestidad de su discurso.
Azalea Licón, artista, fotógrafa, documentalista, nació en Caracas pero ha vivido casi toda su vida en La Guerra: “Soy más Guarena que Caracas”.
– ¿Qué te llevó a la fotografía como forma de expresión, de dónde viene?
– Realmente los veo y quiero mostrarles cosas que no sean las ilusiones que me vende la perenne propaganda de este mundo.
-¿Cuál de tus proyectos fotográficos ha creado más empatía con las personas?
-Este año me di cuenta de que uno de los trabajos fotográficos que más resonó en la gente fue “Temporal Collision”, una serie en la que exploro, a través de la superposición de imágenes de tres períodos históricos diferentes, el colapso de nuestra historia contemporánea. . Cada imagen va acompañada de frases complementarias que dejan constancia de este tiempo, frases que muchos reconocemos y que he elegido precisamente de libros digitales y redes sociales, por la comprensión de la identidad de quienes hemos vivido esto. complejidad. situación
Siento que la imagen, que contiene estos tres períodos (modernidad – decadencia – víctima de la decadencia) aporta una complejidad que nos invita a intentar explorar lo que se esconde en las imágenes y a intentar comprendernos a nosotros mismos, a crear recuerdos.
– ¿En qué proyectos estás trabajando actualmente? ¿Cómo lo definirías en tres palabras?
-Actualmente estoy trabajando en los mausoleos del Cementerio General del Sur, este lugar tiene las tumbas de muchas personas desde lo político hasta lo artístico que han hecho historia en este país y me interesa estudiar este espacio a lo largo del tiempo.
Además incluyo un estudio comparativo, ya que las primeras fotografías que tengo de este sitio son del año 2013, y desde entonces hasta ahora, incluso una epidemia se ha cruzado en nuestro camino en la historia del país. Este estudio visual incluye obras de escultores famosos (especialmente italianos), registros realizados por otros fotógrafos, exposiciones y otras bibliografías sobre el tema. Es una investigación que lleva tiempo, pero mi trabajo tiene la particularidad de ser de largo plazo. Soy como una pequeña tortuga, poco a poco pero seguro…
Y las palabras claves son: archivo, degradación y estudio comparativo.
-¿Te consideras feminista en la fotografía o simplemente eres una creadora de situaciones?
-Soy una mujer criada en un espacio social matriarcal pero muy machista (no es excluyente). Además, aunque soy negra no me identifico como afrovenezolana, ya que vengo de una familia muy mestiza. En Catia La Mar (donde he vivido toda mi vida) también somos muy mezclados, entonces los episodios racistas que he tenido son raros, pero lamentablemente han sucedido. Pero he luchado mucho por ser mujer, la discriminación es rampante, así que obviamente soy feminista.
Pero soy una feminista a la que le interesa visibilizar, ya sea como creadora o como educadora, los problemas que siempre hemos sufrido colectivamente. Y además, en contraste, también me interesa el papel invisible de las mujeres en los espacios comunes de dominación masculina y cómo lo representan. Por ejemplo, me parece fascinante ver el travestismo en los rituales masculinos en el contexto de eventos culturales, ya que algunos son más sutiles que yo…