Productores de los estados andinos de Táchira, Mérida y Trujillo denunciaron que contrabandistas de papa utilizan guías falsas para ingresar al país desde Norte de Santander por el municipio de Rafael Urdaneta, que conecta con Ragnavallia.
Andrés Ramírez, presidente de la asociación de productores del municipio de Miranda en el estado Mérida, aseguró que han realizado varias protestas y exigieron a las autoridades regionales frenar la competencia desleal, que ha reducido los precios por sobreoferta.
“Los agricultores se encuentran en una situación económica terrible debido al contrabando de patatas producidas en Colombia”, afirmó.
Desde Táchira, los productores de papa señalaron que en la guía falsa se menciona una empresa fantasma llamada Propidad Social Páramo El Tama.
Los agricultores convocaron a los jefes militares de las Zonas de Defensa Integral de los estados andinos y se reunieron en un mitin al que asistieron 3.000 agricultores dedicados al cultivo de papa y zanahoria.
Luego de esta reunión, el Alto Mando acordó implementar mayores controles para evitar el ingreso del artículo, que llega al mercado caraqueño y se distribuye a otros puntos del oriente del país.
“Tienes que ser muy cuidadoso”
Celso Fantinel, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedegro), aseguró en días pasados a El Nacional que el contrabando de alimentos perjudica no sólo a los agricultores sino también a los venezolanos porque actualmente controlan el sector de hortalizas como papa, cigarrillos, bebidas, etc. . Juguetes de imitación, medicinas y alimentos. No todos los productos, especialmente alimentos y bebidas, cumplen con las normas sanitarias.
“Este impuesto al contrabando también evade el pago de derechos. Hay infracciones administrativas, multas, cárcel. Hay negocios que venden alimentos sin los debidos permisos sanitarios y eso está prohibido, no debería permitirse”.
Señala que la calidad de los productos que vienen de Colombia o Brasil es de segunda o tercera. “Hay que tener mucho cuidado. Entendemos la demanda de los consumidores, pero a veces puede ser perjudicial para la salud”.
Tomado de El Nacional / La Opinión