
Colombia enfrentará tres emergencias climáticas en el segundo semestre de 2024 que pondrán al país en una situación de vulnerabilidad, afirmó este jueves la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhammed.
“Estamos en una situación absolutamente inusual donde se han adelantado todos los pronósticos”, dijo el ministro en una conferencia de prensa en Bogotá donde aprovechó para recordar a alcaldes y gobernadores que deben activar preparativos fuertes y sólidos con medidas anticipadas.
Mahoma estuvo acompañado por el director del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), Ghislian Echeverri, quien alertó de “trece meses consecutivos de nuestros océanos más calientes y once batiendo récords de temperatura del aire”.
Esto se debe a la inminente aparición del fenómeno de La Niño, que cambiará a un ritmo sin precedentes y llevará al país de la sequía inducida por El Niño a las inundaciones.
evento extremo
Echeverri advirtió que entre junio y agosto de este año el país se verá dividido por tres eventos extremos que serán impulsados por una rápida transición de El Niño a La Niña, que comenzará en julio y enfriará el Océano Pacífico: “Tuvimos desde el Temporada 2010-2011 Nunca había visto un cambio tan rápido”, afirmó.
“Aún no sabemos qué tan fuerte será el fenómeno de La Niña, pero lo que podemos decir es que creará debilidad y los resultados dependerán de cómo se preparen las regiones”, añadió el ministro.
La segunda será una fuerte temporada de ciclones tropicales que afectará a la costa caribeña: «Esperamos que sea una temporada de ciclones bastante fuerte que batirá récords. Este año se esperan al menos 23 tormentas, cifra muy superior a lo que normalmente ocurre durante la temporada”, afirmó el director de Idiom.
Un tercer fenómeno climático que aumentará la vulnerabilidad del país es la división entre zonas de fuertes lluvias y zonas de sequía en el sur del país.
En particular, los departamentos de la Orinoquía y la Amazonía seguirán experimentando déficits de precipitaciones, mientras que el resto del país sufrirá fuertes lluvias en julio, agosto y algunos meses de septiembre, a pesar del embalse de Chingaza, que suministra agua potable. Bogotá, puede recuperarse “porque no llueve como el resto de la región andina”.
Inundaciones y deslizamientos de tierra
La incertidumbre es la mayor amenaza, lo que lleva a una serie de otros eventos extremos, incluidas inundaciones y deslizamientos de tierra, que pondrán a los municipios en alerta roja “inmediatamente”, dijo Echeverri.
Por su parte, el ministro agregó que Cali, capital del departamento del Valle del Cauca (Suroeste), alcanzó este miércoles un récord de precipitaciones que inundó varias zonas de la ciudad: “Lo que normalmente llueve en una, cae en dos horas”. semana”
El director de Idiom reiteró la intensidad máxima de lluvia en Cali este miércoles, señalando que el máximo fue de 82,4 milímetros cúbicos pero se registraron 100,5 milímetros cúbicos de lluvia intensa en forma de “bomba de agua”.
En cuanto a deslizamientos de tierra, Colombia tiene actualmente entre 600 y 800 municipios con avisos de deslizamientos de tierra, incluidos 267 en alerta roja, particularmente en los departamentos de Antioquia y Santander (ambos en el noroeste).
Además, los embalses del país se verán afectados y la ministra considera “imprescindible” que las regiones estén preparadas para los desastres: “En esta situación tendremos la mitad del país y se va a acumular”.
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