– La Prensa – Venezuela –
Venezuela atraviesa una profunda crisis humanitaria que se manifiesta de muchas maneras, una de las cuales es la violación sistemática de los derechos humanos. prisionero político y sus familias. En el Centro Penitenciario Yare III, madres y esposas de reclusos denuncian un claro patrón de abuso emocional por parte de los funcionarios penitenciarios, quienes utilizan el miedo y la intimidación como herramienta de control.
detrás de la barra Centro Penitenciario en VenezuelaAcecha otra realidad desgarradora: la difícil situación de las familias de los presos políticos. Mientras los prisioneros enfrentan las duras condiciones de encarcelamiento, sus seres queridos son sometidos a un brutal asedio psicológico por parte de los funcionarios penitenciarios.
Centro Penitenciario de Parte III Este estatus se ha convertido en un símbolo. En la prisión, donde cientos de opositores políticos han sido detenidos desde las últimas elecciones, las familias de los reclusos han denunciado tratos humillantes y degradantes por parte de los guardias.
“Como si fuéramos las víctimas«, admite la madre de un preso. “Nos tratan como si fuéramos delincuentes, nos revisan los huesos y nos humillan delante de todos. Sólo queremos ver a nuestros hijos y llevarles algo de comida, pero nos hacen pasar por un calvario”.
Visitar a los prisioneros se convirtió en un ritual de humillación. Las mujeres deben pasar por rigurosas inspecciones, soportar humillaciones y amenazas, y vivir con la incertidumbre de si podrán ver a sus seres queridos o se les negará el acceso. Cada visita es una nueva prueba de paciencia, un recordatorio constante del poder que los funcionarios penitenciarios ejercen sobre ellos.
un círculo vicioso
Este trato cruel y despiadado tiene un efecto devastador en la salud mental de las familias de los presos políticos. La incertidumbre, el miedo y el desamparo crean un estado de angustia y desesperación que puede derivar en trastornos como la ansiedad, la depresión y el estrés postraumático.
“La exposición prolongada a este tipo de estrés puede tener un efecto devastador en la salud mental de estas personas”, advierte el psicólogo Abel Sarabia, subcoordinador de PsychoDap.
Cooperación internacional
La situación de las familias de presos políticos en Venezuela es una clara violación de los derechos humanos. Es imperativo que la comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos exijan al gobierno venezolano poner fin a estas prácticas crueles y garantizar la seguridad y el bienestar de los presos políticos y sus familias.
Es necesario investigar exhaustivamente los casos de abuso denunciados y castigar a los responsables. Además, se debe garantizar a las organizaciones internacionales el acceso a los centros penitenciarios para que puedan verificar las condiciones de detención a partir de los testimonios de los detenidos y sus familiares.
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