Estamos en un momento en el que se acerca diciembre y la contaminación acústica se ha apoderado de los centros de las ciudades. El ruido en las tiendas, una al lado de la otra, es ensordecedora y es una tortura pasar junto a ellas.
No es sólo en Caracas, Valencia, Maraca, sino en todas las ciudades de Venezuela y el continente. Como es costumbre colocar cornetas para la música local, el volumen es muy alto.
Esto no es nuevo, ya que es tradicional reproducir música pero el sonido es más fuerte. La mayoría de comercios exteriores, ya sean negocios de ropa, ferretería u otros negocios del país.
De hecho, cuesta mucho hacer una pregunta en este tipo de tiendas, ya que el ruido es más fuerte. Muchos de estos errores lo mantienen adelante y afectan a otras empresas en el futuro.
Sumado a esto, cuando son vías principales el ruido es mayor, porque está asociado a motos y vehículos. A esto se suma el tráfico, especialmente en las llamadas “horas punta”, cuando el ruido es más intenso.
Contaminación sonora y llamadas.
“Salir a esta hora, con el calor asfixiante y recorrer todos los comercios es muy ruidoso. Hay que tener un volumen medio, sobre todo cuando las vías son estrechas”; dijo Raiza Bermúdez, residente de Maracay.
“Qué bueno que diciembre sea de alegría, pero el ruido con música en el centro es impresionante. Baja el volumen del clarín, está por todos lados”, dijo Julio Contreras.
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