– La Prensa – Venezuela –
Tras la victoria del presidente electo de los Estados Unidos de América, Donald Trump, las reacciones de los líderes de todos los rincones del mundo no tardaron en llegar. En su primer mandato, Trump impulsó la reconstrucción de Oriente Medio reconciliando a Israel y Arabia Saudita, y ahora todos los ojos están puestos en cómo interviene en los conflictos en curso entre Israel y Hamás en Gaza y entre Israel y Hezbolá en el Líbano. E Irán es el principal patrocinador de los dos grupos militantes.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó la victoria electoral de Trump como “el mayor regreso de la historia”.
“Su histórico regreso a la Casa Blanca representa un nuevo comienzo para Estados Unidos y un fuerte compromiso renovado con la gran alianza entre Israel y Estados Unidos. ¡Esta es una gran victoria!”, escribió en las redes sociales.
El círculo íntimo de Netanyahu espera que Trump dé rienda suelta a Israel contra sus enemigos, pero el presidente electo es famoso por su imprevisibilidad y el líder israelí enfrenta una feroz oposición en su país.
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Reacción al conflicto con Hamás
Hamás emitió una breve declaración que decía: “Nuestra postura sobre la nueva administración estadounidense depende de su postura y comportamiento real hacia nuestro pueblo palestino, sus derechos legítimos y su causa justa”.
Washington ha sido uno de los principales mediadores en las negociaciones para un alto el fuego en Gaza, que hasta ahora han fracasado, y ha acusado públicamente a Hamás de incumplir varios acuerdos, algunos de los cuales Hamás ha rechazado y achacado a Israel por exigir cambios en el acuerdo. propuestas.
Los comentarios de Irán afectan la economía
Por su parte, la primera respuesta oficial de las autoridades iraníes provino de la portavoz del gobierno, Fatemeh Mohajerani, quien afirmó que: “No tenemos una conexión clara con las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Las políticas comunes de Estados Unidos y la República Islámica están muy relacionadas con políticas y personas específicas.” no cambia.
En el momento de estas declaraciones, la reacción económica no se hizo esperar, alcanzando la moneda iraní los 710.000 riales por dólar, el punto más bajo de la historia, según la web Bonbast y precios confirmados por Efe en las casas de cambio de Teherán.
Las relaciones entre Irán y Estados Unidos, muy tensas en las últimas décadas, se encuentran en una etapa crítica tras el inicio de la guerra contra Israel, con Washington como su principal aliado, mientras Hamás y Hezbolá, dos grupos islamistas, apoyan a Irán.
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