– La Prensa – Venezuela –
En este ir y venir, en este soñar y esperar, en esta marcha, en este desalentador movimiento constante del molino de viento, en esta silenciosa lucha del dolor guardado en la casa del alba, buscar en la memoria La manifestación de mis huellas, las compañeras de mis dolores y mis alegrías en este escritorio, ahora que mis cabellos son blancos, cuando mi memoria pulula, entre este escritor y el escritor de recuerdos y opiniones, este fango pensativo de estas idas y venidas. , De repente invité a Dios a jugar un jueguito conmigo con mi vieja y polvorienta baraja de cartas…
estafa palabras simples Mucho se puede decir, mucho se puede lograr, mucho se puede enseñar…
– La Prensa – Venezuela –
Lancé, me puse hacia el mar desde el amanecer. Cada brisa es una canción, cada distancia es una esperanza, cada oración es un consuelo. Todo continúa, incluso el día es oscuro. Me quedo callado solo para escuchar Cantos abisales y silbidos testarudos del viento desde mi velero…
¿Qué está haciendo Dios en este momento? Será entre las nubes, en el infinito o en esa parte donde se ve brillar en el horizonte lejano la garza que sube, se hunde y vuelve a levantar mirando al vacío del cielo, rítmica en su vuelo como buscándolo. Ciervo compañero, ¿tiempo que se detuvo en el camino del viento y que ahora es solo un vistazo por la tarde?
Poco a poco va pasando la tarde, llega la noche, leo el ancla, pongo el cabo de amarre y vuelvo a lo mismo: Si no lo hubiera hecho No entendí lo que era antes, lo que es ahora, lo que hay arriba, lo que hay abajo, lo viejo, lo nuevo, lo que es ahora. De vuelta a lo mismo, soltar las amarras, recogerlas y irrumpir en la soledad, ese viejo compañero que sólo sabe darme terror.
Nuevamente todo amanece en su comienzo y en su lugar, unos van, otros vienen, el día que un niño empuja su barquito de papel a un estanque, todo luce claro y sereno, el día recoge la bandera del sol en el viejo puerto cansado. El amor es una canción y el amor es una nube, dentro del camino. noche de sueño que enfatiza el aire lírico de la desesperanza, revisando siempre el mismo bosquejo mental…
Aquí sigo ahogándome en este otro día que pasa, otra noche mala como vinieron a mí las culpas de mis ancestros hasta que llega otro amanecer, las cuatro ausencias siempre aferradas a mi vida y así. queridos recuerdos. Sigo aquí con la mente llena de mis sueños y deseos, con ellos ahí mis flores rotas y dando vida a esta vida muerta que, en el transcurso del día, canta una canción por cada ausencia en el abismo de su propia existencia.
Seguí caminando entre las líneas y el cuaderno. Recorro el vasto cielo con mis ojos hasta sumergirme en mí mismo y perderme en la distancia. mis pensamientos locosMe coloqué nuevamente entre mis libros y papeles.
Hoy miro hasta perder de vista, mañana será otro día, otro caminar y caminar, otro dejar el amarre, otro fondear, otro sueño, otro adiós, otro esperar, otro viaje de mi día…
Amanda Niño P.
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