– La Prensa – Venezuela –
La literatura económica es muy clara: hay Inflación Se produce un aumento general de los precios al comparar dos períodos. Esto afecta a los bienes y servicios y deprecia la moneda con el tiempo. Es decir, puedes pagar menos con la misma cantidad de dinero.
Para calcular la inflación, un Canasta de bienes y servicios Hogares que consumen, incluidos bienes cotidianos, bienes de consumo duraderos o servicios.
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A partir de esta canasta se construye un índice de precios al consumidor, IPC.
influencia vVariación de precio El IPCA depende del gasto medio de los hogares en un artículo determinado (o cualquier otro indicador similar). Algunos economistas ven una inflación moderada como positiva porque significa una economía saludable: los salarios están aumentando y los consumidores están comprando.
Pero ¿qué nivel de inflación se considera aceptable?
Para responder a esta pregunta, debemos observar las características especiales de cada economía, su potencial de crecimiento y, en particular, si las autoridades monetarias de un país o región económica en particular tienen una meta de inflación.
Este es el estándar del Banco Central Europeo (BCE):
“Una inflación demasiado baja es tan negativa como una inflación demasiado alta”.
En tiempos de alta inflación, algunos productos reducen su contenido en lugar de aumentar su precio de venta, de modo que el consumidor empieza a obtener menos por el mismo precio. Es una práctica legal, una forma de mantener el margen de beneficio del productor. Los expertos le han asignado una etiqueta interesante: disminuir.
El concepto se atribuye a Philippa “Pippa” Malmgren, una economista estadounidense nacida en Gran Bretaña que se especializa en geopolítica y economía tecnológica. Los asesores de los presidentes lo llamaron “inflación de contracción”: combinando la palabra inflación con el verbo “reducir” (reducir).
Lo llaman “redflación”.“Inflación invisible”. Reducir la cantidad de un producto vendido manteniendo o aumentando su precio. Es una práctica que se ha realizado durante décadas, pero que se ha vuelto sistemática y sofisticada en los últimos años.
“Hablamos de inflación roja cuando un producto reduce su tamaño, su cantidad o el número de unidades vendidas en un mismo envase, sin que esta reducción se vea afectada. Una bajada de precio“… “Es pagar menos por lo mismo”.
En los últimos años, el economista, muy activo en las redes sociales, se refirió a la idea en términos humorísticos: “La inflación roja es un caso extraño de mercadería que se contrae”.
“Es un asesino silencioso”. Y su principal víctima es la economía de muchos hogares.
Interesado en esta práctica de “compresión”. Volumen de producto Vender se vuelve muy común en épocas de alta inflación. Se ha demostrado que los consumidores son muy reacios a aceptar aumentos evidentes de precios, pero, por otro lado, tienden a aceptar pasivamente reducciones de volumen, tamaño o cantidad que a simple vista no parecen implicar un cambio de precio. .
Algunos expertos hablan de reducción estratégica o sibilina cuando esta fuerte reducción pasa desapercibida.
Para el fabricante, esta contracción interesada aumenta los márgenes de beneficio sin asumir los costes asociados en términos de pérdida de competencia e imagen de marca, lo que muchas veces implica aumento de precio.
Aunque esta práctica ha sido calificada de “cruel” y “fundamentalmente deshonesta” en comparación con los aumentos de precios derivados de la inflación, que sigue siendo un efecto natural de la evolución de la economía, lo cierto es que La redflación es legal Siempre que se comunique de forma precisa y clara la cantidad de bienes puestos a la venta.
Si una docena de huevos se convierte en una docena manteniendo su precio inicial, basta con que en el envase se indique correctamente que lo que se compra es una docena.
La redflation puede convertirse en un arma de doble filo. Puede proporcionar retornos económicos en el corto plazo, durante períodos de alta inflación, cuando aumentar los precios y cambiar la composición o los ingredientes de los productos son estrategias difíciles o contraproducentes de implementar.
Un cierto grado de inflación manifiesta en el precio final de los bienes puede ser preferible a un alto porcentaje de inflación oculta o encubierta. “Nosotros, los consumidores, debemos transmitir a las marcas el mensaje de que no todo vale, no todas las tácticas comerciales nos parecen igualmente aceptables o válidas”.
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“La única manera de detener la inflación es producir con productividad”.
Maximiliano Pérez Apóstol
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