– La Prensa – Venezuela –
Aunque antes de eso Corte Criminal Internacional Mientras el juicio continúa con pruebas abrumadoras de que se han cometido crímenes de lesa humanidad en Venezuela, el régimen no cesa en su actitud vengativa. En lo que va del año, 37 activistas políticos de la oposición han sido detenidos por crímenes de lesa humanidad, incluido Henry Álvarez, un destacado abogado y jefe de campaña de Lawrence. María Karina Machado.
Artículo 7 de Estatuto de Roma Establece que los crímenes de lesa humanidad se cometen “cuando se cometen como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de ese ataque”. Toda detención ilegal no es un crimen de lesa humanidad, es necesario que otros elementos acompañen esta acción: es un ataque sistemático o general contra la sociedad civil, es decir, no son detenciones aisladas, sino que siguen un orden específico. El motivo, según señalaron un sector de la oposición democrática, corresponde al motivo de la detención de los 37 activistas políticos mencionados y los funcionarios que llevaron a cabo dicha detención ilegal tienen conocimiento del motivo del ataque contra la sociedad civil.
En concreto, se trata de un delito de persecución con otras circunstancias que lo agravan, como la desaparición forzada de detenidos, al que el gobierno se ha acostumbrado a través de la actuación del imperioso Fiscal General. La desaparición forzada se considera un delito punible con hasta 25 años de prisión Código Penal, se produce cuando las personas, una vez detenidas, no se indica a sus familiares y abogados defensores su paradero, es decir, dónde se encuentran y cuál es su estado de salud. Por otro lado, se le negó el derecho a contratar un abogado de confianza, un defensor público, un empleado del partido gobernante en contra de sus derechos constitucionales.
Al margen de lo anterior, si vamos a comprobar sus motivos detención, es una constante que el Ministerio Público, dirigido por el Fiscal General, adopte la figura ilegal de expectativa penal, es decir, antes de la comisión del acto penal, se presume cometido. Esas expectativas se observaron claramente cuando el Fiscal General intentó justificar las últimas detenciones afirmando que los detenidos “tenían” la intención de ocupar instalaciones militares. Además de falsificar la afirmación de que lo que los prisioneros portaban eran banderas y silbatos, instrumentos incompatibles con el propósito previsto, se debe recordar al fiscal que se requiere acción para cometer un delito, no un delito en contemplación. Se pueden pensar en crímenes atroces y por lo tanto el sistema penal no necesita actuar, sólo lo hará si la conducta del sujeto sirve al propósito de cometer tal delito.
Parece que el oficialismo tiene poca consideración por el riesgo que seguramente corren sus superiores en el procesamiento ante la Corte Penal Internacional, juicio en el que están demostrados haber hundido la comisión de crímenes contra la humanidad. .
Todas estas actividades están negadas. derechos humanos Especialmente en el contexto del abuso y persecución de líderes opositores en plena campaña electoral contra algunas personas, en especial contra la dirigente María Corina Machado, a quien acosaron deteniendo a sus más cercanos colaboradores además de aprobar arbitrariamente a prestadores de servicios, muy humildes como Apur River Canoest y Corozo Pando Empanada. Vendedores de bajos recursos. Estos abusos de poder se perpetran no sólo contra los líderes de la oposición, sino también contra los millones de venezolanos que han salido a las calles para exigir cambios mediante el voto. Estas actividades son crímenes de opresión de la sociedad civil por razones políticas.
La gobernanza no sólo es tan desafiante Justicia internacional Sino un pueblo completamente pacífico, noble y oprimido que quiere unas elecciones presidenciales seguras y transparentes para que se respete su voluntad. Al negarse a hacerlo, la nomenclatura va contra la esencia de la Constitución y tendrá un alto precio para sus dirigentes cuando la Corte Penal Internacional los condene, como indica su clara y constante revisión.
Jorge Rosell y Jorge Euclides Ramírez
– La Prensa – Venezuela –