Durante algún tiempo me he preguntado por qué los artistas e intelectuales temen y rechazan con tanta vehemencia las propuestas colectivistas. Hugo Chavez. Siempre respondí trabajando Cambiando nuestra postura personal contra el militarismo que condiciona el funcionamiento social sobre un principio de autoridad en el que la ley es un traje de látex que el Gran Hermano viste paradigmáticamente.
Esta respuesta realmente puede explicar Motivo del rechazo Pero, en realidad, la intensidad con la que se expresa no transmite la intensidad esencial con la que el peligro se transforma en una agonía arraigada en los lugares más íntimos del alma.
Dolor y miedo que incluso te parecerán desconocidos. Esto lo observamos en personas que a lo largo de su vida han luchado, sufrido y defendido causas sociales en el marco de las propuestas socioeconómicas del Presidente Chávez. Dado su nivel intelectual y autonomía crítica, no es concebible que sean manipulados por los mensajes iniciales de la “contrarrevolución”, por lo que es necesario identificar un interruptor sensible que transforme una posición lógica. Rechazo de propiedades hormonales. Un rechazo que se entiende fácilmente entre quienes amenazan la propiedad económica y los niveles de vida privilegiados, pero no entre quienes teóricamente gozarían de un estatus de mayor reconocimiento social basado en sus actitudes y méritos porque en el socialismo se antepone el talento al dinero.
Creo que encontré una explicación bastante clara a estas preguntas leyendo el libro autobiográfico de Sandor Marai Tierra, Tierra… En esta obra Marai nos da una explicación detallada de cómo las opciones individuales para las ideas y la creación son gradualmente rodeadas, acosadas y eliminadas. cuyo nombre Igualdad social Imponen un recetario al pensamiento, del que depende el éxito artístico e intelectual, es decir, quienes mejor repiten el contenido del manual de las ideas revolucionarias.
Este concepto de igualdad está impulsado por quienes aspiran a él. Control férreo de la sociedad. Crear una nueva disciplina donde la individualidad sea un enemigo estratégico a vencer porque ideológicamente la asocian con el absurdo, es algo que temen intelectuales y artistas que asumen su justificación de existencia como una rebelión creativa contra el paradigma imperante…
Este es el mundo, el mundo, el El libro autobiográfico de Sandor MaraiUn novelista húngaro que, hasta la caída del Muro de Berlín, vio crecer el comunismo soviético y engullir a una sociedad hasta convertirla en parte de una colmena gigante que era el verdadero socialismo europeo.
Recientemente en una conversación de alta exigencia subjetiva debido a la calidad intelectual de los integrantes, pude comprender plenamente el subrayado de una frase dirigida a Sandor Marai, un familiar cercano. “Puedes no estar de acuerdo porque escribes, no tengo nada con qué vivir”, con la expresión más palabras, menos palabras. Marai le dice que el socialismo o comunismo es un medio de afirmar la existencia para personas sin bienes materiales o intelectuales que necesitan un colectivismo que los libere de la prisión, lo que significa tener motivación sin talento para hacerlos realidad.
Queda por ver si estos temores de los artistas e intelectuales están justificados, aunque muchos artistas e intelectuales se sienten amenazados por ellos. Proyecto Igualdad La manera duramente grosera, desconsiderada y escatológica con la que la nomenclatura trata a sus oponentes, ya sean sacerdotes, estudiantes, amas de casa o incluso amigos queridos, que en cualquier momento mantienen una opinión diferente a ella misma, prueba que la igualdad es una venganza contra el genio para gobernar. … De ahí el miedo a ser iguales en un régimen donde el paradigma es la obediencia, el cumplimiento incondicional.
Un régimen que no acepta un no por respuesta e insistirá hasta que se instale el socialismo del siglo XXI. Depende de nosotros no permitir que esto suceda…
Dios esta con nosotros.
Jorge Euclides Ramírez