Raquel Santeliz es escritora, artista plástica y educadora carorona de nacimiento.Cuya inclinación por las artes se ha manifestado desde niño, practicándolas desde el corazón, lo que le ha permitido disfrutar de la vida y superar obstáculos a través de estas importantes disciplinas.
Raquel irradia paz, amor, sencillez, color y sobre todo compromiso, solidaridad y pasión por la educación. En una amena conversación sostenida en el colegio “19 de Abril” una calurosa tarde de mayo, Raquel nos recibió con una taza de café y unos dulces que encendieron la conversación.
Origen de Raquel Santeles
Cuando era un niño, de solo seis años, en Julia, y pasaba las vacaciones con su tía, ya tenía esas tendencias artísticas, aunque nadie las veía. Narra que agarra un pedacito de tierra y comienza a hacer sus juguetes.
…Allí comencé a fundir en arcilla, luego a los dieciséis años sentí la necesidad de hacer teatro.
Fue a la Casa de la Cultura de Carrora, donde formó parte del grupo de teatro más importante del municipio, llamado “Copawaico Teatro”, comenzó con los mimos y luego con el teatro y duró sólo un año por oposición. Su madre yo pensaba que era para drogadictos, y que estudiar teatro o música era una ruina, por eso duró tan poco.
Luego se fue a estudiar a Berquisimeto y posteriormente a Valencia, se casó y su inclinación hacia el arte se centró en la pintura, lo cual hacía a escondidas, hacía retratos y los tiraba, no los tomaba en serio; Entonces, como su hija dibujaba muy bien, fue a la Escuela de Artes Plásticas Arturo Michelena, pero cuando llegó le dijeron que no hay lugares para niños, pero sí para adultos, la maestra le dijo: “Si están matriculados “yo enrolo a la chica, que tienes cara de artista”, y así fue como se encontró en ese mundo, se arriesgó y decidió que si no trabajaba se retiraba, pero el resultado fue que se encontró a sí mismo, entendió, era su casa y ella era Raquel Santeliz.
Desarrollo de su carrera artística
El desarrollo de su vida artística no estuvo exento de problemas, principalmente con su pareja, quien no compartía su pasión por el arte, todo lo cual le transmitía imágenes de estrés y dolor, lo que genera una emoción, una necesidad de autoexpresión y una catarsis a través de escribiendo. Raquel escribía entre clases de arte y así retomó una actividad que comenzó a los 16 años cuando escribió un poema para su abuelo.
En esos días, un maestro llamado José Gómez descubrió su afición por la escritura y comenzó a darles libros de literatura, y otro maestro llamado José La Rosa le enseñó pintura. Para Raquel, la escuela Arturo Michelena fue un encuentro con su esencia; Artes plásticas y literarias; Posteriormente, y ante la dificultad de ganarse la vida a través del arte, decidió estudiar magisterio como profesión.
Educador y artista
Raquel nos cuenta que como educadora el arte ocupa un lugar fundamental, ya que un artista toma su contexto y lo interpreta y expresa su saber, también nos cuenta que pasó todas las pruebas de la anticompetencia en la Universidad de Carabobo: “ Bueno, otro reto, Dios me mostrará el camino”.
respeto ganado
Raquel nos cuenta que se ha ganado el respeto por su persistencia y disciplina y su arte plenamente vivo, actitud que ha permitido que sus críticos más cercanos finalmente reconozcan y abracen su valor como artista y con ello su carrera. Raquel vive del arte cuando respira, cuando camina, aconseja, en el teatro escolar y en su labor como educadora y vicedirectora del colegio “19 de Abril” ubicado en la Parroquia Miguel Peña.
Responsabilidad del artista
Raquel: Un error que comete la gente es que la producción de arte es financiera, y si no genera ingresos de la forma esperada, entonces no se creen artistas, sin respetar la línea de investigación y esfuerzo que se requiere para ello. Los materiales caros están hechos para ser comprados, ya que el arte siempre ha sido elitista. Cualquiera puede consumir arte y cualquiera puede crear arte, pero la mayoría de las personas que lo consumen son élites, porque es caro. Sumado a esto, está la cultura de Venezuela, que viene de una época en que las universidades estaban cerradas, lo que provocaba retrasos, luego llegaron los hippies y a todos esos artistas los llamaban vagos, así que muchos creían que eran artistas por la forma se vistieron y ya no.
Para mí el arte es muy respetuoso, y también soy académico, después de salir de la escuela de arte fui a la universidad y obviamente causó una combinación y lo veo con respeto, y luego fue muy fuerte, pero sigo haciendo lo que me gusta. .
Magali: Está claro que este esfuerzo ha sido gratificante tanto en tu entorno como más allá, porque es un reconocimiento, no un reconocimiento si quieres, personalmente, sino por tu personalidad en general, por tu faceta de artista y de educadora, porque es una parte que no encontramos en todo maestro o artista, porque, como dices, la monetización diferencia, porque hay quienes hacen un arte muy bien, pero solo para vender.
Historia de la Universidad
Raquel: Les voy a contar una historia, mi nombre es Unibe Raquel Santelez. Y siempre estuve ansiosa por saber de dónde venía el nombre “Unibe”, así que cuando salí de la escuela de arte, me dije que quería hacer algo en mi ciudad, algo prehispánico, incluso quería hacer un obelisco. Con las pinturas prehispánicas, este era uno de mis sueños, pero como me enseñaron que toda obra debe tener una investigación para poder sustentarse, fui a la oficina del Cronista en Corora y les ruego por favor que me den Algún material prehispánico, que contiene mucha riqueza; En realidad, la Fundación La Salle investiga los vestigios en el Museo Quibo, pero realmente no proyectaron esas imágenes, entonces voy y me dan material y me muestran el nombre “Unibe” en un libro, y Unibe era el nombre. de una mujer indígena, así que me fui a casa y le dije a mamá: “Gran nombre italiano, este nombre es muy indígena y muy espontáneo de Carrora”, y bueno, ya sabía de dónde venía mi nombre, venía de Carrora y era indígena.
Pasaron los años y no hice obeliscos, pero tenía la inquietud de las imágenes prehispánicas, y soy amigo de guillermo moron, y un día mientras tomábamos unas copas de vino y hablábamos, me dijo: “Raquel, ¿cuál es tu nombre completo?” Y la llamo Unibe Raquel Santeliz, ya no tengo apellido, cuando la llamo Unibe, me invitó a su biblioteca, sacó un pequeño libro llamado Nuestra Señora de la Carrora Y era la historia de Carrora, que unía las tres etnias de los mayas, los incas y los aztecas, donde escribió su primera novela, y había una mujer indígena que llevaba todo el hilo conductor de la novela, la heroína, y la llama de Unibe., quedé fascinado y me pidió que leyera el quinto capítulo y ambos nos emocionamos, porque resulta que Unibe es un nombre que inventó a partir de las tres etnias nucleares. ¿Cómo crees que?
Magali: Ahí radica la esencia de tu nombre y lo que te da tu personalidad.
Raquel: Sí, ¿y lo primero que empecé a hacer arte? Mi vasija de barro, ¿qué ves? Entonces con todo lo que me dijo y todo lo que aprendí, me dije que era hora de ir a Caja Carrara, pero pensé que era posmoderno, ya hispano con el posmodernismo, entonces escribí una colección de ochenta poemas y sesenta y dos obras plásticas. .creado, fui allá y pedí la sala para el Anfiteatro Alirio Díaz, la pedí y ya estaba todo el trabajo calculado, toda la sala era mía y iba a haber un concierto internacional de guitarra, o sea, yo estaba iba con todo, pero con mucha presión, porque yo me estaba graduando, paralelamente, de posgrado, y estaba trabajando en la escuela, y pensé en hacer la exposición, me levantaba a las seis de la mañana y pintaba todo el día durante el mes que tuve libre, y bueno, cuando terminé todo, tuve un dolor de cabeza tan terrible, o eso duró tres meses y dejé el programa y dejé el programa. Escondiéndose… La historia de la mujer aborigen era que ella se estaba escondiendo.
Magali: La historia se repite.
Raquel: La historia se repite, y en total ese año (entre 2013 y 2015) hice la exposición en la Quinta la Isabela, y cuando presenté la exposición cayó un palo de agua… No era vertical, era horizontal y todas las paredes que pongo los poemas, todos están mojados, es un río y todos están recogiendo agua, pero a pesar de todo hay como unas treinta y cinco personas, pero no hay nadie con ese palo de agua. Desaparecido.
Magali: O mucha gente se fue a pesar del palo de agua.
Raquel: La historia se llama “Unibay De Vuelta al Río Moreno”, ¿puedes ver cómo existe una conexión tan misteriosa? Ministerio de Cultura en Valencia, cuando Emil era [Calles], me publicó veintiséis poemas, nada más, que está en Google, luego los mandé a un salón, a una bienal de poemas, me hice con ochenta, y no pasó nada, luego se los enseñé a un chico de Valera que dijo para mí eran maravillosos, los había, pero como ya había encontrado 26 a través de Google, no estaban inéditos, así que se quedó así y los volví a guardar. En este momento me están pidiendo que envíe unos poemarios a Caracas y los estoy ilustrando para la Revista Tricolor, entonces el director de la revista me dijo que tengo un poemario para ofrecerles, porque van a hacer un antología y solo van a aceptar colecciones de poemas 26. Y llegaron a una colección de poemas como 150 y me seleccionaron, que es “Unibe De vuelta al río Moreno”, entonces, ya está en camino a nivel nacional. .
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Magali: ¿Conoces el poema de Ashir?
Raquel: Reconocieron ochenta poemas y reconocieron fotografías de registros de muestras de plástico.
Magali: Ah, hay un tiempo para todo.
Raquel: Todo tiene su tiempo, “Unibe” es muy misterioso, porque todo lo que pasó tiene alguna conexión con la historia, es increíble. Y bueno, será el mismo poema que me persigue en todo (risas).
Magali: Y se les repite la misma historia para demostrar que sucede.
(continuará…)
Magali Zavala y Eric Conde (Equipo de Entrenamiento La Prensa – Venezuela)