Las autoridades brasileñas reiteraron el miércoles su compromiso de equilibrar las cuentas públicas, mientras los mercados financieros cuestionaban la capacidad de la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para cumplir objetivos fiscales.
El jefe de gabinete de Lula, Rui Costa, y el secretario del Tesoro, Rogerio Cerrone, se pronunciaron a favor del equilibrio fiscal, abriendo la puerta a posibles nuevos controles del gasto si fuera necesario para alcanzar los objetivos.
El gobierno dijo que probablemente terminó el año pasado con un déficit del 0,1% del producto interno bruto, dentro de su objetivo de déficit cero, que tenía un margen de tolerancia del 0,25% del PIB en ambos lados.
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Sin embargo, la incertidumbre sobre el logro de los objetivos fiscales en los próximos años y las proyecciones de los analistas que apuntan a un camino hacia el aumento de la deuda han pesado sobre la confianza del mercado, contribuyendo a la reciente debilidad de la moneda brasileña.
“El presidente ha reafirmado y está cumpliendo su compromiso con el equilibrio fiscal”, dijo Costa en una entrevista con la cadena estatal TV Brasil.
“Cuando sea necesario, en cualquier momento, haremos los ajustes necesarios para que se cumplan los compromisos de ingresos. El gobierno puede gastar sólo lo que recauda, de lo contrario creará inflación y malas perspectivas para el país”.
Un paquete de recortes de gasto largamente esperado decepcionó a los mercados a fines del año pasado, debilitando aún más el real brasileño, pesando sobre las expectativas de inflación y contribuyendo al endurecimiento de la política monetaria por parte del banco central.
Con información de La Prensa – Venezuela.