– La Prensa – Venezuela –
Canciller de Colombia, Luis Gilberto MurilloUna figura clave en las relaciones diplomáticas con la administración Maduro en Venezuela, anunció este martes que renunció al cargo que ocupaba desde mayo de 2024 tras la salida del entonces canciller Álvaro Leyva.
En su última intervención como canciller, Murillo ingresó al Consejo de Seguridad Organización de las Naciones Unidas (ONU) del lunes 20 de enero, en el que condenó al Ejército de Liberación Nacional (ELN) por violar los derechos humanos y el derecho internacional humanitario a causa del conflicto en la conflictiva región del Catatumbo (Norte de Santander) contra el Frente 33. Zona fronteriza con Venezuela.
“Condenamos las acciones inaceptables del ELN en Kataturbo y los crímenes de guerra cometidos allí. Obviamente, hablamos de la salida a esta situación”, citaron sus declaraciones a la emisora. Radio La W.
La dimisión de Murillo
El canciller saliente utilizó su cuenta en la red social X (antes Twitter) para anunciar su renuncia y agradeció al presidente Gustavo Petro la oportunidad de liderar la diplomacia de Colombia:
“He presentado mi renuncia como Ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, agradezco al Presidente @Petrogustavo la oportunidad de ser parte de este momento histórico.”
La renuncia de Murillo se produce días después de que el gobierno de Petro endureciera su postura contra la reelección de Nicolás Maduro, describiendo las elecciones de Venezuela como ni libres ni democráticas. Esta postura le valió a Murillo las críticas del ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Evan Gillquien lo acusó de sucumbir a las presiones de la “extrema derecha”.
“Colombia hoy es un actor importante tanto en el Sur como en el Norte Global, con una diplomacia que promueve el diálogo y la cooperación internacional”, afirmó Murillo.
Crisis violenta en la región de Katumbo
su salida Luis Gilberto Murillo Llega en un momento crítico para el gobierno de Gustavo Petro, que enfrenta la peor crisis de violencia de su administración, con más de 100 personas asesinadas y casi 20.000 desplazados en sólo cinco días.
Además, su renuncia crea un vacío en la política exterior de Colombia, especialmente en un momento en el que es necesario priorizar las relaciones con Venezuela y la situación fronteriza.
Murillo dejó un legado marcado por su firme postura contra los abusos de derechos humanos en Venezuela y la condena de los crímenes del ELN, pero también por las tensiones que estas posturas crean en el ámbito diplomático. Su salida plantea interrogantes sobre la dirección que tomará la política exterior de Colombia en los próximos meses, especialmente en el contexto de una creciente inestabilidad regional.
– La Prensa – Venezuela –