La vida es una carrera de resistencia, no de velocidad. A menudo nos encontramos corriendo en círculos para lograr nuestros objetivos a medida que el tiempo se nos escapa. Sin embargo, el camino de la vida nos enseña que todo llega en su momento oportuno, a veces esperamos tanto por algo que queremos con todas nuestras fuerzas, que nos desesperamos porque nunca llegará. Pero la verdad es que cuando algo está destinado a nosotros, llega en el momento adecuado.
Es cierto que tenemos que trabajar duro para conseguir nuestros objetivos, pero también es innegable que no podemos controlar todas las variables. La vida muchas veces nos sorprende con oportunidades inesperadas, o nos presenta retos que nos hacen crecer como personas, lo que nos enseña a confiar en el proceso y creer que todo llega en el momento perfecto.
Debemos recordar, cuando esperamos lograr cualquier cosa que nos propongamos, debemos trabajar, estar listos y dispuestos a atraer lo que queremos. No podemos simplemente sentarnos y leer cosas del cielo, tenemos que trabajar en nosotros mismos, construir sobre nuestros talentos y habilidades y aceptar lo que la vida nos ofrece. Esta preparación incluye tener una mentalidad positiva, estar rodeado de personas que nos apoyen y alienten, rodearnos de esa energía positiva, crecer y mejorar constantemente. También es importante practicar la paciencia y distinguirla de la procrastinación, no confundas la espera con la inacción. Comprometernos a seguir trabajando en nuestras metas y objetivos, mientras esperamos que todo se acomode en el momento adecuado. Siempre hay algo que podemos hacer para acelerar el proceso y estar listos cuando sea el momento adecuado Mientras esperamos, debemos prepararnos, trabajar, estudiar y prometer que cada acción nos llevará paso a paso al destino al que queremos llegar.
En mi experiencia he aprendido que las mejores historias llegan en el momento adecuado. A veces he estado trabajando en una idea durante semanas y, de repente, una nueva noticia o evento cambia el curso de mi historia. En ese momento, me di cuenta de que mi suposición anterior no era correcta y la nueva información me llevó en una dirección más interesante. Lo mismo sucede en la vida, nos aferramos a una idea o plan, y nos frustramos cuando no se materializa. Pero en lugar de enojarnos, debemos estar abiertos a nuevas oportunidades y posibilidades.
Muchas veces, cuando menos lo esperamos, la vida nos sorprende con cosas maravillosas. Puede que consigamos un trabajo que nunca nos planteamos, adquiramos una fortuna o encontremos el amor de nuestra vida. La clave es estar abierto y dispuesto a aceptar lo que la vida nos ofrece. Siempre hay oportunidades inesperadas y otras veces, las cosas tardan un poco más de lo esperado, pero si confiamos en el proceso, abiertos a nuevas posibilidades, llegaremos a donde queremos estar.
La reflexión que me gustaría dejar para mis lectores es que no importa cuáles sean nuestras metas en la vida, siempre debemos recordar que todo llega en el momento adecuado. Si somos pacientes, confiamos en el proceso, estamos dispuestos a disfrutar de las posibilidades a medida que encontramos nuestro camino deseado, seguramente el viaje será más ameno y haremos del viaje una mejora constante para celebrar cada acción bien planificada. Lo que nos llevará a alcanzar nuestras metas y encontrar la felicidad que buscamos, es que en un mundo donde se valora la gratificación instantánea y la rapidez, la paciencia es aceptar lo que no podemos cambiar y trabajar en lo que sí podemos, nuestro No desistir de la meta a pesar de obstáculos, es aprender de la experiencia, encontrar soluciones creativas con una actitud proactiva para perseverar en nuestro camino.