Hay países cuyas ruinosas condiciones económicas y la alarmante pobreza que arrastra a millones de familias nos hacen temer que no se recuperen, o que la recuperación sea muy difícil. Argentina en el cono de América del Sur y Venezuela en la punta del subcontinente son dos referentes que presentan síntomas similares, aunque la tragedia que abrumó al país liberado por Simón Bolívar parece mucho más compleja en su variabilidad. Lo que ambas naciones tienen en común son importantes recursos naturales, tradiciones, muy buenas costumbres y valores y un talento humano admirable; Los factores, si se aprovechan bien, pueden ser remedios suficientes y eficaces para superar las adversidades que desafían sus respectivos liderazgos; Uno de ellos, Javier Millei, ya fue elevado a la Casa Presidencial en Buenos Aires, y a otra, María Corina Machado, se le impidió el ingreso al Palacio de Miraflores, sede de la Primera Magistratura Nacional de Venezuela.
EE.UU. UU.
En la historia reciente encontramos referencias que pueden servir de ejemplo e inspiración al mismo tiempo, para disipar dudas y superar el pesimismo que provoca convulsiones derrotistas. Empecemos con el análisis. La situación que enfrentó Estados Unidos desde 1929. La crisis fue trágica. Dejó a su paso a miles de empresarios devastados, muchos de los cuales optaron por suicidarse para evitar el infierno que envolvió a millones de ciudadanos estadounidenses. Fue entonces cuando apareció la receta inspirada en el liberalismo clásico que permitió al presidente Franklin D. Roosevelt (1885-1945) Impulsó el New Deal, iniciando medidas económicas y sociales para reactivar el consumo y la inversión tras la quiebra de 1929 y reorganizar los sistemas financieros y productivos de Estados Unidos. Control de crédito, limitación de las importaciones y política de acompañamiento por parte del pareado salarial. Sobre esa base se reintrodujeron actividades de carácter industrial y agrícola, además de obras públicas e incentivos a la inversión privada y ayudas sociales.
– La Prensa – Venezuela –
Alemania
La Segunda Guerra Mundial literalmente devastó a Alemania. Los bombardeos prolongados de los aliados redujeron a escombros la mayoría de las ciudades alemanas. A estas cenizas se sumó un porcentaje alarmante de la fuerza laboral colapsada producida por el espejismo o alucinación de superioridad del Tercer Reich. En 1949 Alemania quedó oficialmente dividida en dos países separados. La República Federal de Alemania (Alemania Occidental) se estableció en los territorios ocupados por Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos y anexados a estos países. Berlín quedó reducida a una zona soviética, dividida en cuatro regiones. Berlín Oriental se convirtió en la capital de la Alemania comunista y la ciudad estuvo dividida entre 1945 y 1990.
De esos escombros, un país que parecía completamente devastado. Una alianza entre empresarios y Estado hizo posible la magia de crear miles de empleos, la Depresión comenzó a dar paso a porcentajes, revelando el brillo de una recuperación que algunos han llamado un milagro, cuando lo cierto es que más que una anomalía, fue resultado de un esfuerzo sostenido de sus ciudadanos, debidamente guiados por sus gobernantes. . , transformando a Alemania en una empresa industrial embellecida por imponentes obras de infraestructura. Cinco años fueron suficientes para que un país devastado por esa sangrienta agitación global resurgiera como una potencia económica, como resultado de una teoría verdaderamente humanitaria.
Japón
La historia registra un evento. Protagonizada por la Armada Imperial JaponesaEso ocurrió el 7 de diciembre de 1941, cuando la Base Naval de Estados Unidos puerto perla. Esa estrategia representó la entrada japonesa en la Segunda Guerra Mundial. Esto estuvo acompañado de una reacción de los gobiernos norteamericanos. Se lanzaron bombas sobre Hiroshima y Nagasaki.Los días 6 y 9 de agosto, respectivamente, el presidente Harry Truman ordenó las explosiones que provocaron la muerte de miles de personas y la rendición de Japón, cuyo emperador Hirohito dijo en la ocasión: “Hemos decidido allanar el camino para una gran paz para todas las generaciones”. .Ven, soporta lo insoportable y lo insoportable. “Sufre”.
– La Prensa – Venezuela –
Dos décadas bastaron para que los japoneses revivieran aquella tragedia, un ejemplo de recuperación de su país, que también quisieron mostrar como un milagro.Si bien es cierto y justo admitir que un desempeño tan extraordinario depende de los esfuerzos creativos de sus ciudadanos y gobernantes unidos, para lograrlo, en el período de posguerra, la tasa de crecimiento de Japón muestra que promedió 9,3% entre 1946 y 1973 y 9,3% entre 1946 y 1973. en la década de 1960. Nivel de inscripción del 11%. Los cambios políticos dieron al Estado una nueva configuración, al tiempo que se desarrollaba una inversión significativa y efectiva en industria y tecnología.Sumados a la admirable disciplina y valentía de los japoneses, elevaron a Japón por encima de la tumba que se negaba a enterrar su futuro.
Venezuela y Argentina
actualmente Los dos países sudamericanos presentan una patología muy similar. La corrupción, el vicio y la crisis de valores en general, junto con la maldición demográfica, sugieren que sólo empezar de cero es la salida a tal estancamiento financiero, económico y moral. y sociales. Argentina y Venezuela son un espejo para mirarnos y concluir que estas tragedias no deben ser estériles., que dejan atrás algunas lecciones positivas para navegar en una época en la que la carga de tal desviación e inmunidad está enterrada para siempre. Ambos pueblos están hartos y también muestran signos de fatiga con las naciones gobernantes perdidas en el laberinto de la demagogia. Ambos líderes rebeldes presentaron planes que indicaban Venezuela y Argentina se levantarán como fénix.
Antonio Ledezma
@alcaldeledezma
– La Prensa – Venezuela –