por: Alexis Bonte
Representante de la FAO Venezuela
– La Prensa – Venezuela –
En 2019, el Asamblea General de las Naciones Unidas Establecido por primera vez el 29 de septiembre Día Internacional de Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos. Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas. El documento establece la aspiración de “reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per cápita” para ese año.
Los alimentos se pierden y desperdician a lo largo de la cadena de valor alimentaria.: Desde la producción, pasando por la manipulación, transporte, almacenamiento, distribución, hasta llegar al consumo.
La reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos debe ser un componente central de la transición hacia un sistema agroalimentario más eficienteInclusivo, sostenible y resiliente para mejorar la producción, la nutrición, el medio ambiente y la vida de todos.
– La Prensa – Venezuela –
Lograr reducir Niveles de desperdicio de alimentos, significa que se puede aumentar la disponibilidad y el acceso a los alimentos. Los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) indican que entre 691 y 783 millones de personas se enfrentarán al hambre en 2022.
Reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos. Es fundamental garantizar una mejor nutrición para las generaciones actuales y futuras. Esta es una oportunidad triplemente beneficiosa para mejorar el clima, la disponibilidad de alimentos nutritivos y la sostenibilidad general de los sistemas alimentarios.
Adivinando El 14% de los alimentos del mundo se desperdician entre la cosecha y antes de llegar a la tienda., mientras que otro 17% se convierte en residuo de minoristas y consumidores. Este 31% de los alimentos perdidos representa más de la cantidad necesaria para alimentar a cientos de millones de personas hambrientas en nuestro planeta.
Eso también se supone Este 31% de los procesos de producción de alimentos perdidos representan alrededor del 10% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en el mundo.. También contribuye a la inestabilidad climática y a fenómenos meteorológicos extremos como sequías e inundaciones; Cambios que afectan negativamente el rendimiento de los cultivos, reducen la calidad nutricional de los cultivos, alteran las cadenas de suministro y amenazan la seguridad alimentaria. No tenemos ningún interés en perder estos alimentos y podemos jugar un papel importante en la mejora de cada situación.
Aportes individuales con impacto global
Las prácticas domésticas son responsables de aproximadamente 570 millones de toneladas de desperdicio de alimentos cada año en todo el mundo.Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Por persona, cada persona desperdicia una media de 74 kg de alimentos al año.
Todos, desde nuestras casas, podemos hacer algo para revertir estos números. Es necesario cambiar hábitos y costumbres., para que el desperdicio de alimentos no se convierta en una forma de vida. Hay muchas acciones que podemos practicar en nuestros hogares, con nuestras familias, para evitar el desperdicio de alimentos. Algunos de ellos son:
- Compra sólo lo necesario, de esta forma prevenimos el desperdicio de alimentos.
- Utilice frutas maduras para zumos, batidos o postres, a pesar de su apariencia conservan su sabor y valor nutricional.
- Cuando guardes alimentos, siempre coloca primero los alimentos más viejos en el armario, para que puedas comerlos antes de que se echen a perder.
- Con lo que sobra de la comida puedes hacer sopa, congelarla para más tarde o utilizarla como ingrediente en otras preparaciones.
- No tires la comida podrida, conviértela en abono. De esta forma devolverá nutrientes al suelo y reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero.
Aparte de estos ejercicios, También es fundamental crear conciencia entre los comerciantes y los consumidores en general., sobre el valor y uso eficiente de los alimentos, ya que involucra recursos como el agua, la tierra, las horas de trabajo y esfuerzos biológicos, humanos y tecnológicos. Aumentar la productividad en el campo y mejorar la eficiencia en toda la cadena de suministro no es suficiente si no se combaten la pérdida y el desperdicio de alimentos.
Las soluciones están en nuestras manos. Todos tenemos algo que hacer para superar estos desafíos y lograr la Agenda 2030.
por: Alexis Bonte
Representante de la FAO Venezuela
– La Prensa – Venezuela –