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Esta semana, otra vez, Trabajador universitario Sacaron a las calles de Venezuela. No solicitan lujo u oportunidades, el mínimo necesario para sobrevivir solo con dignidad. Se niegan a continuar con el cargo salarial de angustia en el momento de los brotes vivos. ¿Cómo puedes vivir con 5 a 8 dólares por mes? No hay canasta básica, no hay medicamentos ni servicios que puedan verse afectados. Su lucha no está aislada, es un reflejo de todo el país que grita justicia, que necesita ser escuchado. Sin embargo, el gobierno se ha negado a escucharlos. La protesta es precisa en el artículo 68 de nuestra constitución nacional y pertenece a Venezuela.
La insatisfacción diaria de la calle es clara. Él Observatorio de Venezuela Registró 5.226 protestas en todo el país de enero a diciembre de 2021, un promedio de 15 manifestaciones diarias. La mayoría de estas manifestaciones están inspiradas en la crisis económica, la falta de derechos laborales y la caída de los servicios básicos. Alrededor de la mitad (48%) protestas fueron para los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESC), y el 52% estaban relacionadas con los ciudadanos y los derechos políticos (DCP).
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Pérdida Venezuela Han realizado 1.075 manifestaciones para proteger sus derechos. Los jubilados y los pensionistas, que han trabajado toda su vida en la formación de este país, han participado en al menos 310 protestas que exigen una condición decente. También se ha escuchado el sector educativo: los maestros luchan por salarios justos, los padres y los representantes exigen infraestructura adecuada y los trabajadores condenan los salarios por trabajar en múltiples instituciones. Si sus residentes están sumergidos en la pobreza y buscan pan para la mesa, ningún país puede avanzar.
Sin embargo, la crisis no se detiene allí. Él Colapso de servicios básicos – Agua, Electricidad, Gas – Miles de venezolanos han llevado a protestar en cada rincón del país. En hospitales, trabajadores de la salud, pacientes y familiares han exigido una mejor situación hospitalaria, suministro y equipo de tratamiento en la calle.
Como parte de esto, la administración de Maduro produce oídos sordos en lugar de escuchar. En lugar de participar en las demandas legítimas de la gente, hace que la protesta pacífica sea culpable. Pero No podrán silenciar una ciudad que ha aprendido a levantar sus voces. La protesta no es un imbécil, es un acto de resistencia a un sistema que millones son pobres. Es una manifestación de una sociedad que se niega a rendirse, que continúa luchando por el futuro mejor.
¿Cómo puede ser tan difícil escuchar una ciudad que solo quiere vivir con dignidad? La administración de Maduro está desconectada de la realidad de millones de Venezuela. Sin embargo, la historia ha demostrado que su pueblo puede ignorar para siempre ningún sistema. Continuar en la calle Venezuela, la vista continúa con la primera Los derechos no están pidiendo, se reclamanEl
Stalin González
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