– La Prensa – Venezuela –
A medida que avanzaba, los caminos de mi vida comenzaron a estrecharse. el tiempo. Llegaré al final sin más bandera que izar que la bandera de mi derrota definitiva… (Estas son las palabras de un hombre triste en soledad)
Mirar la vida es ver su alcance, afirmando que nada es eterno, que todas las edades, incluso el gran sauce, se inclinan ante ella. paso del tiempo Eso que no perdona y acaba con todo… Poco a poco, el destino nos invita a mirar más allá del tiempo que nos llevará a horizontes desconocidos; Al final, todo el mundo citará su propio tiempo desde su ventana…
El tiempo mismo se encarga de despojar al árbol para que deje frutos y flores, apresura nuestra hora y la hora del árbol que roe y aplasta con manos dolorosas que cede a quienes siembran dolor. Todos vemos el mismo paisaje desde otra perspectiva, otro tiempo, otro punto, otro sueño, otro ideal. Sin embargo, como el paisaje La gente inevitablemente envejece. Cuando contemplamos los mechones plateados de nuestro cabello frente al espejo, evocamos los miembros de nuestra infancia, recordamos la fuerza de nuestra fuerza y sentimos la decadencia con el paso del tiempo, lo que ya existía se convierte en una nueva vida. . Por mucho que los individuos y las sociedades quieran liberarse de la continuidad rítmica del tiempo, lo único que conseguirán es el agotamiento de sus energías ante lo imposible.
Algunos lo disfrutarán Una vejez felizOtros sufrirán ataques de enfermedad y rechazo de la sociedad, del Estado y de sus propias familias. El hombre que ha vivido toda su vida, dando su atención, su apoyo, sus esfuerzos, sus conocimientos y sus afectos de manera inhumana, se convierte, cuando se hace adulto, en una molestia, un desperdicio humano. No tiene el respeto ni el reconocimiento del Estado, de la sociedad, de la familia, de una pensión digna y justa, ni de la protección de un seguro médico que le permita vivir sus últimos años con cierta tranquilidad. Se pierde poder, no razón ni derecho a vivir.
Ante la abrumadora y cruel indiferencia del mundo, lo único que le queda al anciano es darse por vencido, seguir luchando para intentar igualar su carga, si tan solo logra romper la oscuridad humana que le permite incluso ser oscuro. . Una favorecedora silueta futurista. Esta es la realidad que se puede ver. Cambiar de un día a otroLas duras vidas de los ancianos, que en su época eran amigos ricos a quienes servir, reír y compartir, no encontraron compañía, afecto, amigo o doliente en su decadencia.
¿Qué les queda? Paga su alto precio Vivir para los demás Y hasta el final de sus vidas no cuentan más que con la esperanza, esa gracia fecunda que ilumina y perfuma lo terrible… Estos viejos no llegarán al cielo cargados de dinero, títulos o condecoraciones, vendrán cargados de muchas cicatrices…
Ya no tienen que soñar ni esperar, su ritmo cardíaco se habrá ido, todo habrá terminado para ella, todo, hasta el costo de sus muchas temporales… tal vez se vayan con ellos. sueño poco realista O con el malestar de no haber terminado de leer su último libro: Falling Leaves…
Amanda Niño P.
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