– La Prensa – Venezuela –
En Venezuela cada día parece más difícil encontrar esperanza. La crisis afecta al bolsillo de las familias, a nuestra estabilidad cotidiana y a las libertades más básicas. Entre los problemas más graves está la práctica de la detención arbitraria, que no sólo viola los derechos de quienes piensan diferente, sino que también siembra miedo y profundiza las heridas de una sociedad ya devastada. En un país donde todos buscamos soluciones para avanzar, perseguir al adversario no es el camino a seguir. Pensar diferente no debería ser motivo de prisión o censura.
D Constitución Nacional Incluye principios esenciales para la vida en sociedad. El artículo 43 garantiza que el derecho a la vida es inviolable, mientras que el artículo 44 garantiza la libertad personal y prohíbe expresamente la detención arbitraria. El artículo 45 rechaza la desaparición forzada y la tortura como instrumentos de control. Por su parte, el artículo 46 establece la integridad física y moral como un derecho inalienable, condenando toda forma de tortura y trato cruel. Finalmente, el artículo 49 consagra el debido proceso como pilar de la justicia. No debería ser sólo papel y tinta. Estos derechos están consagrados en la Carta Magna y deben regir la conducta del Estado y sus instituciones.
– La Prensa – Venezuela –
Sin embargo, estos principios se ignoran. Cada día el país despierta de nuevo Una historia de opresiónCiudadanos detenidos injustamente por expresar ideas diferentes, familias que sufren incertidumbre y dolor. Esta práctica destruye la vida tanto de las víctimas como de sus seres queridos y deja una herida profunda en una nación que anhela justicia y progreso.
Es imposible hablar de progreso sin democracia. Y No puede haber democracia sin respeto a los derechos humanosSin tolerancia para quienes piensan diferente. La democracia no es sólo un sistema de gobierno, es un contrato social que debe practicarse todos los días y en todas partes. Es el único camino hacia el consenso necesario para construir un futuro en el que todos tengamos un lugar.
Venezuela necesita consenso, no extremismo. Es necesario crear una visión común, donde se resuelvan las diferencias. el dialogo Y no con respeto mutuo, persecución y encarcelamiento.
progreso Esto no sucederá mientras no se respeten las libertades fundamentales. En un país donde el miedo reemplaza a la justicia y las instituciones sirven a unos pocos, no es posible hablar de prosperidad y desarrollo. Venezuela necesita una verdadera democracia, que permita la participación de todos los sectores y garantice los derechos de todos los ciudadanos.
Nos duelen los llantos de los familiares, nos duelen las preocupaciones de amigos y conocidos, y nos duele incertidumbre Extraños que sufren en silencio. Toda detención arbitraria es una herida abierta. Es hora de detener esta práctica y centrar los esfuerzos en lo que realmente importa: reconstruir el país con una base sólida de respeto, justicia y libertad.
Sólo así será posible sanar como nación y avanzar hacia el progreso que esperamos. El cambio comienza con respetar la Constitución, practicar la tolerancia y asumir riesgos democracia como el único camino viable hacia un futuro mejor. Es hora de elegir la unidad en lugar de la división, la justicia en lugar de la opresión y la esperanza en lugar del miedo.
Stalin González
– La Prensa – Venezuela –