– La Prensa – Venezuela –
Todas las personas guardan en el baúl del corazón. Los recuerdos más bonitos y bonitos. Que un día fueron fuente de felicidad y dejaron atrás momentos inolvidables que el tiempo nunca borrará ni el viento podrá arrastrarlos para sepultarlos en el olvido.
corriente de amor Es un fenómeno de genio multifacético que proporciona la sabiduría para poder escribir una historia, una estabilidad para lograr el equilibrio de las emociones sentidas en los pasos de nuestro vivir. Una corriente de amor lleva un barco lleno de pasión, alegría y felicidad, buscando un mundo incierto para descansar. Una corriente de amor revela a través de la claridad de sus aguas cristalinas un momento único llamado amor que desata una tormenta de sentimientos que luego se convierten en Una tormenta de engaños y una tormenta de adversidad Lo que provoca momentos tristes que tenemos que superar. Amor es encontrar un canal para descansar en la arena y desbordar ese arroyo con hermosos sonidos que aclaren las aguas del sentimiento. El fluir del amor sentirá el poder de la lluvia de los sueños y el cariño de un compañerismo que llena el vacío ante la falta del agua de la risa. La corriente del amor encontrará la montaña libre y buscará en la selva un soplo de paz.
– La Prensa – Venezuela –
La corriente del amor esconderá en sus corrientes la forma en que va a buscar motivos para combatir sus faltas. El amor se sumergirá profundamente en esta corriente para ahogar sus penas y luego gritará que nunca morirá y que renacerá para siempre en el fluir del sentimiento. La corriente del amor liberará la humedad del corazón y el palpitar de los sentimientos que manifestarán el anhelo del amor por toda la eternidad porque el amor es la estrella dorada universal que ilumina el corazón, llenándolos de alegría y optimismo hasta madurar. Esperanza de un amanecer brillante y eterno. El amor es tan grande que comienza no sé cómo se siente, no sé dónde y cuando termina no lo sé. Finalmente digo que nunca he renunciado al amor y nunca lo haré y a lo único que he renunciado y para siempre es a la persona que no sabe amarme.
Profesor José Luis Mogollón
– La Prensa – Venezuela –