¿Cuál fue la razón del colapso del sistema político que comenzó en 1958 y terminó en 1998? ¿Cómo se explica que una prestigiosa modelo sucumba al fantasma que siempre la persigue? A esto responde Gustavo Velásquez Betancourt en su libro Quiebra de los modelos políticos. Ascenso y caída de los partidos 1958-1998, la cual fue presentada en la sesión virtual de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales el pasado martes 1 de agosto. El acto contó con las palabras de apertura del presidente de la corporación, Luciano Lupini Bianchi, y la moderación del vicepresidente Rafael Badel Madrid.
El trabajo de Velázquez Betancourt coincide con su tesis doctoral, que presentó para optar al doctorado en ciencias políticas en la Universidad Simón Bolívar. El historiador Germán Carrera Damas fue el maestro de esta tesis, que fue aprobada con destacadas citas.
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El eje argumentativo que nos ofrece Velásquez en su obra es identificar Por el sistema político que nació tras la caída de Marcos Pérez Jiménez y terminó en 1998, con la vuelta del militarismo al poder. Según el autor, la razón fundamental fue el cese de los debates ideológicos y la falta de propuestas políticas derivadas de esos debates. Los equipos dejan de debatir ideas y se convierten en máquinas pragmáticas para tomar el poder. No es nada más.
Los problemas de la democracia venezolana no se pueden culpar por completo a las fallas de los partidos políticos, pero no hay duda de su responsabilidad en el proceso. La ruptura de un proceso político que Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera, Se llevaron a cabo con perspicacia política, altura intelectual y decencia. Están concebidos y suscritos Tratado de Puntofizo, destacada como un éxito por Gustavo Velásquez en su libro. Este acuerdo permitió a Castro derrotar los ataques de la guerrilla y la extrema derecha contra la naciente democracia. Esto no hubiera sido posible sin la aprobación y la autoridad sus conductores.
Como señaló Luciano Lupini Bianchi, en sus agudas palabras de apertura de la ceremonia de la Academia, el papel de la clase dominante fue decisivo. YEl prestigio intelectual, moral y político de estos líderes era innegable. Cumplieron las promesas que hicieron, lo que era necesario para dar estabilidad a la naciente democracia. En Acción Democrática, el papel de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Luis Beltrán Prieto, Gonzalo Barrios, Eligio Anzola Anzola, Luis Augusto Dubuc, Antonio Leidenz fue garantizar que este gran partido de masas apoyara la democracia por muchos años. Los líderes de Adeco irradian una imagen de talento, valentía y preparación intelectual. También fue el impulsor de la Constitución de 1961, que fue un logro indiscutible de la democracia. Poco a poco este liderazgo fue sustituido por el pragmatismo: la figura del estadista fue desplazada por la del hombre con maquinaria. Por aquí Termina la motivación idealista y emerge el pragmatismo, el cortoplacismo y el clientelismo. El declive de la democracia era cuestión de tiempo.
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Aparte de la falta de debate ideológico, otros factores han hecho que el modelo político se resquebraje. Se impone la ideación suicida. Corrupción, amiguismo, politización de la justicia, malversación económica y errores en el manejo de asuntos militares delicados. Y es este último aspecto el que tiene mayor peso en el deterioro del sistema democrático. Aquí está el profesor Hernán Castillo (Control militar, civil y pretorianismo en Venezuela) donde demuestra la forma equivocada en que se condujo la política militar durante las democracias. Quizás el punto definitorio fue el año 1973, cuando El programa Andrés Bello se acredita en la Academia Militar. Este plan incluye elementos teóricos en el plan de estudios. Así lo demuestra el discurso de Hugo Chávez en el que lanzó un agresivo ataque contra el “imperio”, el Tratado del Pontificio y la Constitución de 1961.
El propio Carlos Andrés Pérez ha admitido haber cometido delicados errores militares. Lo expresó así: “Creíamos que la educación militar iba por un camino democrático porque la academia militar la controlábamos desde fuera, no desde dentro (…) La educación militar no respondía a los objetivos de la democracia A pesar de todos los esfuerzos que se han hecho para hacerlo. Se formaron nuevos generales, nuevas personas tomaron el poder y se pusieron a su servicio (…) Por supuesto, no se puede generalizar. Ha habido y hay oficiales extraordinarios al servicio de la democracia venezolana (…) Las fuerzas armadas enfrentan un desafío inevitable: servir a Chávez o servir a Venezuela” (Ramón Hernández y Roberto Giusti: Carlos Andrés Pérez: Memorias Prohibidas. Caracas, El Nacional Libros, 2006, pág. 418).
Y todo esto sucedió con indiferencia e indiferencia por ver y comprender el escenario que está frente a sus narices. El sistema siguió como si nada y la dirigencia no entendiera el horizonte. Esto viene en contexto Elección de Hugo Chávez el 6 de diciembre de 1998. Se materializó el quiebre del sistema político nacido en 1958 y se inició un nuevo comienzo caracterizado por el militarismo y el autoritarismo. Termina un ciclo histórico y comienza otro que terminará siendo reemplazado por el voto.
Así, el quiebre del sistema político se produjo en 1958-1998 Terminar con el debate ideológico de los partidos es un elemento importante. Pero no es el único, como decía antes. Pero las carencias de gestionar las relaciones con el mundo militar tienen un gran peso; Y esto no puede pasar desapercibido.
para esto, Las universidades deben desarrollar líneas de investigación sobre estudios militares para promover una cultura intelectual que permita la comprensión y defensa de los roles democráticos. Como se esperaba del sector militar. El control civil es posible, pero requiere un estudio de unidad y liderazgo que crea en los valores que inspiraron el nacimiento de nuestra república. Es un proceso largo y complicado, pero no imposible.
Hay que rescatar la imagen del líder con entendimiento de la historia política que actualmente se sustituye por Twitter y si no hay liderazgo “Las instituciones se alejan flotando, las naciones se vuelven irrelevantes y, finalmente, se produce un desastre”.Henry Kissinger dijo en la introducción de su libro liderazgo
Quiebra de los modelos políticos. Ascenso y caída de los partidos 1958-1998 Betancourt de Gustavo Velásquez es un aporte valioso Comprender la historia política reciente. Es una obra que debe ser leída y ponderada por los actores que hoy gestionan la acción política de la oposición. Puede servir para reflexionar profundamente Elaboración de un nuevo contrato político que sirva de sustento a una alternativa democrática largo aliento
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