– La Prensa – Venezuela –
El Espíritu Santo es nada menos Espíritu de Dios. Es la presencia de Dios con nosotros. El Espíritu Santo nos ayuda a cada uno de nosotros a avanzar hacia la meta que Dios ha ordenado para nosotros. ¿Y cuál es ese objetivo? Nada menos que el cielo. ¿Y quién irá al cielo? Los que cumplen la voluntad de Dios en esta vida.
espíritu Santo Él se encarga de muchas cosas por nosotros. Quizás el principal sea nuestra santidad. ¿Y nuestra santidad? Bueno, eso nos convierte en santos. Y ser santo es hacer la voluntad de Dios en esta vida.
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El Espíritu Santo nos aconseja cómo caminar El camino de la santidad, cómo la voluntad de Dios se adapta a la nuestra. Por eso decimos que el Espíritu Santo nos santifica Sin Él no podemos ser santos.
¿Cómo fue la primera venida del Espíritu Santo? de los apóstoles Vieron a Jesús abandonar la tierra. Pero también sabían que tenían que seguir adelante y cumplir la misión que les había sido asignada. Y ahora será el Espíritu Santo quien estará con ellos y los guiará.
Ahora recordemos cómo eran. Apóstoles antes de Pentecostés. Se escondieron por miedo a que los mataran a ellos también. Y antes de eso, eran demasiado lentos para comprender las enseñanzas de Jesús.
Pero después de recibir el Espíritu Santo los encontramos irreconocibles. Fueron completamente cambiados: comenzaron a predicar sin temor a la persecución, tenían una sabiduría completamente nueva. Incluso sus lenguas fueron desatadas con un poder especial de lenguas dado por el Espíritu Santo: cuando hablaban, cada oyente los entendía en su propio idioma. ¡Qué divina traducción simultánea!
Comenzaron a llamar a todos a la conversión, bautizando a los que aceptaban. El mensaje de Jesucristo. Hicieron discípulos, organizaron comunidades, ayudaron a los necesitados. Cuando los regañaban y amenazaban, ahora no les importaba. Simplemente siguieron las órdenes que Jesús les había dado, no las que les había dado la autoridad. Soportan todo tipo de torturas, incluso el martirio.
¿Cómo puede ocurrir esta transformación? El Espíritu Santo fue el responsable. Pero ¿qué estaban haciendo los apóstoles antes de Pentecostés? “Todos eran diligentes en la oración con el mismo espíritu… junto con María, la madre de Jesús… iban todos los días al templo con gran fervor” (Hechos 1, 12-14 y 2, 46).
A nosotros nos puede pasar lo mismo. Pero no podemos olvidar lo que es. El secreto del Espíritu Santo. Esta es la oración: oración paciente, frecuente, ferviente, con la Santísima Virgen María. ¡Ven, espíritu santo!
isabel vidal de tenerife
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