Cuando Manuel Anzola era niño, su sueño más anhelado era volar, por lo que sus familiares elevaron oraciones para que abandonara “esos pensamientos impuros”, además de reprenderlo por pensamientos tan locos, pero a pesar de todos los esfuerzos, Manuel nunca cedió. . . Y en 1918, en compañía de Efrén Carrasco, comenzó a construir su propia máquina voladora.
Lawrence es el historiador. Rafael Domingo Silva UzcáteguiDestacando que Anzola, de ascendencia caroreña, fue un excelente conductor Coche de carrerasPero también era mecánico”.Muy hábil en su profesión.»
“Algunas mujeres se interesaron en el proyecto y formaron una junta para recaudar fondos para darle un motor a Anzola. Afortunadamente el asunto no pasó desapercibido y el avión cayó sin motor”, señala el historiador en su libro. Barquisimeto. Historia personalAnzola construyó su avión con madera y lona, y agregó que “instalar un motor en una estructura tan débil fue un desafío formidable”.
El ingeniero aeronáutico e historiador Alejandro Erausquin, afirma que Anzola construyó su avión en Barquisimeto “sobre la base del monoplano Bleriot XI diseñado y construido por el francés Louis Bleriot, quien se hizo mundialmente famoso cuando cruzó el Canal de la Mancha en 1909”.
“Se desconoce definitivamente la base técnica y práctica sobre la que Anzola construyó y voló su avión. plano. Dada la gran popularidad del modelo XI es muy probable que hayas adquirido alguno de los libros o planos que se venden en diversas revistas aeronáuticas americanas y europeas. Las aventuras aeronáuticas de Anzola quedaron registradas en diversos artículos periodísticos Impulso de Barquisimeto», coincide Erausquin.
En un artículo de velocidadPublicado el 10 de abril de 1917, título Viajes aéreos a Barquisimeto, dice: “Desde hace días, a través de un minucioso trabajo, el señor Manuel Anzola construye un avión con madera adecuada, especialmente traída de los cerros del partido de Quibor. El señor Anzola nos mostró casi todas las piezas de maquinaria, construidas por él mismo y pintadas según el Modelo 11, que era uno de los más modernos. Entre las piezas terminadas vimos un ala de pájaro mecánico, de unos siete metros de largo. La nota también indica que se trata de un avión biplaza.

Otro artículo de prensa del 4 de enero 1918título Vuelo a LaraMenciona: “El Sr. V. Pinto Arce, ingeniero y aviador chileno y laborioso mecánico de Lara Manuel Anzola, es este último inventor de un modelo de avión que ha construido toscamente y recientemente perfeccionado bajo el consentimiento y dirección del primero”. .. “ Los ciudadanos de Barquisimeto tuvieron la colaboración espontánea de pagar sus motores estimados en Bs. 4.500 Y desean que el pueblo de Carora les ayude también con una suscripción voluntaria para completar el dispositivo que se hará en otros 25 días para que el señor Anzola pueda continuar el trabajo de falta, tan laborioso como el contrato. General Froilán r. Álvarez, Dr. JM, designado para recaudar fondos en el pueblo de Carora. Jubillaga Perera y José Herrera Oropeza. Continuarán su gira Tokio para recaudar fondos”, según una recopilación de Erausquin.
Aníbal Lisandro Alvarado, quien fue asistente de Anzola, escribió una interesante revelación: “Manuel era mi amigo y me ofreció en repetidas ocasiones, una distinción que me haría famoso, que hiciéramos el primer vuelo de prueba juntos, oferta que él tranquilamente, un El pequeño Pálido, con un nudo en la garganta, Pectore pensó que era tan fatal como un disparo desde la cara hacia el cielo. Quizás sea por la falta de ese motor que escribo este comentario ahora, cuarenta años después.
Anzola amplía que Irausquín plano en su patio trasero y equipado con un motor de automóvil. Cuando terminó el proyecto, no podía entenderlo, así que tuvo que desmontarlo y volver a montarlo fuera de la casa.
Su intento de fuga se vio frustrado por varias razones, afirmó ErasquínPor su inexperiencia como aviador o por defectos en el diseño y fabricación del aparato, no pudo despegar.
Sin embargo, estos no fueron los únicos obstáculos que enfrentó Anzola, el más pesado fue que tuvo que desafiar al benemérito general Juan Vicente Gómez, un caudillo que temía que civiles pasaran sobre su cabeza, a intentar siquiera pilotar su avión. Todas las iniciativas de diseño aeronáutico fueron inmediatamente prohibidas y la dictadura se apoderó de todos los aviones importados.
Frustrado, Anzola desmantela su taller y se instala allí Duaka, donde construyó un planeador con el que cumplió su sueño de volar. Aparece la nota En El Impulso 4 de diciembre de 1922.
Luis Alberto Perozzo Padua
Periodista y cultura
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@Luis Perozopadua