Si bien América Latina aún está a horas de despedirse del 2023, otras partes del mundo ya dieron la bienvenida al 2024 con espectaculares eventos de fuegos artificiales, música y danza.
China, Japón, Corea del Sur, Singapur, Filipinas, Malasia, Macao, Australia, Nueva Zelanda, Mongolia, Brunei, entre otros pequeños países del continente asiático y la región del Pacífico, ya han iniciado el 2024.
Uno de los primeros países en recibir el Año Nuevo fue Kiribati, una pequeña nación insular en el Océano Pacífico, que celebró el cambio de año a las 10:00 horas (hora venezolana). Después de Samoa y Tonga, las dos islas también se encuentran en el Océano Pacífico.
Nueva Zelanda y las islas Chatham, un archipiélago, también entraron en 2024.
Una pequeña región de Rusia y otros siete lugares celebraron el comienzo de 2024. Una hora más tarde, la mayor parte de Australia (incluidas Melbourne y Sydney) hizo lo mismo.
En Sydney, la autoproclamada “Capital Mundial del Año Nuevo”, más de un millón de personas llenaron el puerto para ver un espectáculo de fuegos artificiales de ocho toneladas. Incluso antes del anochecer, miles de personas se reunieron en puntos estratégicos alrededor del emblemático Harbour Bridge de la ciudad, desafiando el clima inusualmente húmedo.
Los fuegos artificiales iluminan el cielo sobre la Ópera de Sídney y el Puente del Puerto, creando un impresionante contraste con el agua. Los participantes disfrutaron de una noche llena de color, música y alegría, que fue retransmitida en directo por diversas cadenas de televisión y redes sociales.
Japón, Corea del Sur y otros cuatro lugares se sumaron a la fiesta de 2024 En Tokio, la capital japonesa, miles de personas se reunieron en el templo Jojoji, uno de los más antiguos y famosos de la ciudad, para tocar las campanas. Para tocar la campana y saludar el año nuevo.
En Seúl, la capital surcoreana, una multitud se reunió en el Ayuntamiento para presenciar el tradicional espectáculo de luz y música, que finalizó con una cuenta atrás y el lanzamiento de globos. Los surcoreanos también aprovecharon la ocasión para expresar su esperanza de una mayor paz y cooperación con su vecino del norte.