– La Prensa – Venezuela –
El tigre de Bengala es una subespecie de tigre que vive principalmente en la India, aunque también se encuentra en Bangladesh, Nepal, Bután y Myanmar. Representa más de la mitad de la población total de tigres del mundo, lo que lo convierte no sólo en la vida silvestre de la India sino también en un pilar clave de los esfuerzos globales de conservación de esta especie en peligro de extinción.
Su capacidad de adaptación significa que sus hábitats varían ampliamente, desde selvas tropicales y bosques de manglares hasta sabanas y pastizales.
– La Prensa – Venezuela –
Tienen patas fuertes, mandíbulas fuertes y dientes afilados, lo que les permite cazar presas mucho más grandes que ellos, como ciervos, búfalos y jabalíes. Los tigres son cazadores solitarios y utilizan el sigilo y la sorpresa como sus mejores armas. Pueden acechar a sus presas durante largos períodos de tiempo antes de realizar una carrera rápida y mortal, lanzando un ataque sorpresa.
Se estima que un tigre puede comer hasta 40 kilogramos de carne en una comida y luego descansar varios días antes de volver a cazar.
Aunque son conocidos por sus habilidades de caza, los tigres de Bengala también son territoriales y solitarios. Cada individuo marca su territorio con orina, heces y marcas de garras en los árboles. El tamaño de estos territorios varía según la densidad de presas, pero los machos generalmente tienen territorios más grandes que las hembras.
Lord Shiva, una de las deidades más importantes del hinduismo, a menudo se representa con una piel de tigre alrededor de su cintura o debajo de su asiento. Simboliza su dominio sobre las fuerzas de la naturaleza y su capacidad para controlar los deseos y los instintos.
Particularmente en la India y el Tíbet, el tigre se asocia con la energía o el poder primordial y, a menudo, se representa en la meditación o en los rituales como un símbolo del control y la transformación de las energías internas.
– La Prensa – Venezuela –