– La Prensa – Venezuela –
El lagarto con volantes, científicamente conocido como Chlamydosaurus kingi, es uno de los reptiles más impresionantes y visualmente interesantes del mundo.
Su característica más destacable es, sin duda, el volante que rodea su cuello. Esta estructura es una extensión de la piel que se encuentra en la parte posterior del cuello y puede quedar expuesta en un ángulo de hasta 180 grados.
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El volante está formado por pliegues de piel sostenidos por cartílago, lo que le da rigidez y le permite estirarse de manera impresionante. Además de su uso defensivo, el volante juega un papel importante en las interacciones sociales y de cortejo del lagarto.
El uso principal del volante Chlamydosaurus kingii es defensivo. Cuando el lagarto se siente amenazado, parece más grande y peligroso.
Este comportamiento le permite esconder su cabeza detrás de la estructura del volante, lo que dificulta que los depredadores lo ataquen. También tiene colores y patrones vibrantes que pueden ayudar a ahuyentar a un atacante o darle tiempo al lagarto para escapar.
En las competiciones entre machos, cada macho muestra su volante en señal de dominio para intimidar a los demás competidores.
Otra característica es que este reptil es territorial y arbóreo, pasa la mayor parte del tiempo en árboles o arbustos, donde se siente seguro y puede aprovechar la altura para escapar de posibles amenazas. Su actividad se concentra durante el día, cuando salen en busca de alimento y realizan sus interacciones sociales.
Los aborígenes australianos ven al lagarto con volantes como un símbolo de adaptabilidad y supervivencia.
En la película Jurassic Park de 1993, el dinosaurio Dilophosaurus fue representado con un volante en el cuello que se elevaba cuando era atacado, lo que provocó un aumento en la demanda de lagartos de cuello con volantes como mascotas.
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