– La Prensa – Venezuela –
“…Margarita siempre ha sido un imán para los temporeros, lo es hoy y lo será mañana, un poco de voluntad política le salvará el camino al progreso…”
Jorge Puigbo
Después de tres meses en Isla MargaritaEl 16 de marzo de 2020 abordamos el último ferry para partir hacia tierra firme debido a la suspensión de servicios a raíz del decreto de cuarentena emitido por el gobierno como medida para evitar la propagación de la pandemia de coronavirus. COVID-19. Han pasado años de confinamiento forzoso a consecuencia de la referida epidemia y más, todos ellos vividos bajo la influencia de la incertidumbre política y el bochorno que nos llegaba a diario desde un mundo que temblaba bajo nuestros pies, quizás surgido de los sentimientos y temores que comprendido y asimilado Qué difícil fue hacer, con la misma velocidad que surgen, tantos cambios de normas, muchos de los cuales no tienen ningún sentido y parecen hacer temblar la certeza, a lo que hay que sumar la rápida incorporación de los mismos. La vida diaria de la tecnología avanzada, que en última instancia conduce a nuestro sentido de vida constantemente perturbado. Pero bueno, hace unos días volvimos a la isla y ya empezamos a explorar lo que hemos dado en llamar auténtico o tradicional, no los nuevos, lujosos y comprensibles centros comerciales, sino sus habitantes de a pie, ya sean isleños de nacimiento o ” Navigaos”. Ya sean pequeños pueblos o barrios que han crecido atraídos por las “atracciones”.Prosperidad económicaUn espejismo que duró poco y que lamentablemente produjo una población marginal, hoy lucha por ganarse la vida.
Cuatro años son suficientes, suficientes para que cualquier niño conocido obtenga un pequeño título universitario, una niña se convierta en mujer y un niño se convierta en trabajador. Las cosas cambian y se deterioran rápidamente cuando no hay suficiente energía para evitarlo y esta isla no es una excepción. Se sintió cuando nos fuimos la última vez y más que eso, fue evidente en la realidad. Grande es el amor y atracción que sentimos los venezolanos por esta isla de marcados contrastes orográficos, donde en una parte de ella, el macizo del oeste, predominan las zonas semidesérticas como la llamamos. Península de Macanao, que está conectado por un istmo con otra parte, el Macizo Oriental o Paraguchoa, donde en el valle central se encuentran algunos ríos y arroyos, provenientes de las montañas y también la extensión de tierras fértiles para el cultivo. En las montañas encontramos Bosque con árboles altos La que ves cuando vas al Parque Nacional Cerro Copey, una reserva compuesta por una cadena montañosa central donde, entre otras de menor importancia, encontramos el Cerro San Juan o el Cerro Grande, que tienen alturas similares. Caracas: 957 metros, o como le dé nombre Copiar colina incluyendo 890 m. Con hermosas playas de arena blanca y aguas cálidas, forma una atractiva diversidad que no se puede pedir más a la naturaleza en una isla caribeña.
Conversación con algunas personas mayores. amigos margariteños En las afueras de Juan Griego, en la puerta de una licorería con una cerveza en la mano, como es costumbre y la tolerancia del sol que, en estos días, sin viento, nos era dura, de repente escuché el ruido en la calle. computadora que reproduce la voz del famoso cantante y compositor francés Hervé Villard, quien a mediados de los años sesenta del siglo escribió y cantó una canción que se difundió por todo el mundo: Capri Chest Fini, que se traduce al español “Capri ha terminadoLa Isla de Capri es una isla italiana situada en el Mar Tirreno frente a la costa de la ciudad de Nápoles, un lugar de excepcional belleza, favorecido desde la antigüedad. lugar de vacaciones Y lleva una carga de romanticismo única en su historia. Escuchar y recordar la canción, y especialmente su letra, creó luego en mí una gran nostalgia reflexiva, trazando sin querer un paralelo entre la realidad que estaba observando y lo que me decían sobre nuestra situación.perla del caribeY la letra de la vieja canción, ellos fueron los encargados de hacerlo realidad: “Nunca volveremos atrás / Donde me dijiste “te amo” / Y pensar que fue mi primer amor / La casa de Capri, se acabó”. / No lo creo, nunca volveré…” Margarita Fue y será un lugar hermoso, incomparable, que enamora a cualquiera por su naturaleza, sus hermosas playas y sus montañas, y he llegado a la conclusión de que somos nosotros y las circunstancias los que hemos cambiado. Eso ha cambiado a nuestro alrededor, en este caso nos referimos a la realidad que estamos logrando en nuestra isla. Son los hombres quienes construyen y destruyen, quienes cambian y desarrollan los hábitats para bien o para mal.
Esa margarita romántica, de contrabando, la casita escondida que compramos, junto con la parte estresante, trajeron queso holandés de Curazao, whisky etiqueta negra, ginebra Tanqueray, Toblerone y ropa interior, por nombrar algunas cosas que luego empacamos en nuestro equipaje. Lo escondería, luego lo convertiré en un área de almacenamiento. Puerto Libre, compra cada uno con su cuota de mercancía y ese turno, también quedará atrás en el tiempo, hoy es otra realidad. En el casco antiguo de Porlamar, Amador Hernández, Igualdad, Sideno, Narváez, Mercano, las calles antaño repletas de comercios ya no son más que una sombra de lo que fueron, al igual que Cuatro de Mayo y Santiago Marino con sus míticos negocios, La Media. Naranza, Don Lolo, Salud, símbolo de Venezuela con población. Alto poder adquisitivo, parece completamente abandonado y la mayoría de los negocios están cerrados. Hoy en día, desde turistas ocasionales de temporada, turistas y margaritas hasta algunos jóvenes paseando y comprando en centros comerciales, disfrutando del aire acondicionado, todo ha cambiado con el paso de los años y no es sólo por la situación económica que golpea fuerte a la población. Por nuevas costumbres y gustos. Juan Grigo, una ciudad muy difícil, estábamos hablando con las hijas de un buen amigo que lamentablemente falleció en 2021 y se nos quedó grabada en la mente una amena conversación entre los mejores cocineros de la isla desde hace más de 50 años porque es lo que realmente está pasando. a la economía dentro de la isla Su narrativa fue de lo más impresionante: “…un pequeño número Turistas Cuando vienen, vienen a Porlamar en temporada, no se quedan allí, nada de eso viene aquí…”
No se puede negar la difícil situación que atraviesa la mayoría de la población del país. Ciudad de Margarita, así como sin desconocer las grandes cualidades de la isla como lugar de gran atractivo turístico, sólo bastará con un plan de desarrollo que reactive todas sus infraestructuras existentes y su adecuada promoción. Margarita siempre ha sido un imán para los temporeros, lo es hoy y lo será mañana, con un poco de voluntad política para mejorar.
Jorge Puigbo
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