como el enfoque navidad en venezuela, las calles que se llenaron de luces brillantes, gaitas y la alegría general de la temporada, ahora revelan un oscuro contraste. El Emergencias humanitarias complejas Según el alarmante y más reciente informe de la ONG Ham Venezuela, que ha devastado nuestro país, hundiendo a millones de venezolanos en la miseria y desvaneciendo la esperanza de unas celebraciones dignas.
Las estadísticas son desgarradoras. Pobreza en Venezuela sigue siendo generalizada y la falta de ingresos adecuados afecta al 86,3% de los hogares. Para la mayoría de las familias, sobrevivir con sólo 3,4 dólares al día es una tarea desgarradora. 91,8% lucha con la familia Ingresos insuficientes para cubrir los gastos necesarios.Lo que significa que la mayoría de los venezolanos enfrentan dificultades extremas para acceder a alimentos, medicinas y atención médica adecuada.
Giro de vuelta, tratamiento En Venezuela está lejos de garantizar estándares mínimos de atención adecuada, adecuada y oportuna. 82,2% Centro de Salud del Sistema Público Presenta deficiencias estructurales y funcionales, que ponen en peligro la vida de quienes dependen de estos servicios. Además, la falta de disponibilidad de medicamentos y Atención sanitaria del sector privado Está fuera del alcance de la mayoría de los venezolanos.
educaciónEspaña, otro pilar fundamental para la sociedad, afronta una situación crítica. La mayoría de las escuelas y liceos se encuentran en condiciones precarias por falta de recursos y mantenimiento. Por si fuera poco, al menos el 26,7% de los niños y adolescentes en todo el territorio nacional se encuentran sin escolarizar debido a crisis humanitarias. Esta imagen es el reflejo de ti.Una generación de venezolanos cuyo futuro está amenazado por la falta de educación de calidad.
Acceso Servicios basicos Como el agua, el transporte, la electricidad, Internet y el gas siguen siendo un desafío constante. Entre junio de 2021 y agosto de 2023, la falta de acceso regular al agua afectó al 74,5% de los hogares y la situación de otros servicios no es diferente. Regiones enteras del país pueden pasar horas o incluso días sin electricidad o semanas sin gas para cocinar. Las dificultades diarias que enfrentamos los venezolanos viviendo en tanta incertidumbre son una terrible injusticia.
Si esto continúa, las Navidades serán iguales o peores en los años siguientes. Las proyecciones económicas para el próximo año no son nada alentadoras. Pero, a pesar de todo, la esperanza continúa. Se acerca el 2024, y con él, la oportunidad de cambio. Necesitamos un nuevo comienzo, un renacimiento de la esperanza para todos los venezolanos.
Este cambio sólo se logra a través de la unidad, dejando de lado las diferencias y trabajando juntos para superar los desafíos que enfrentamos. La Navidad puede ser un recordatorio de lo que hemos perdido, pero también una ocasión para renovar nuestra determinación de construir un futuro mejor para Venezuela. En esta temporada, recordemos que la unidad es la clave para hacer de 2024 un año de esperanza, recuperación y progreso.
Stalin González