– La Prensa – Venezuela –
Una población que supera holgadamente el millón de habitantes y una larga lista de problemas que parecen eclipsar los rastros de optimismo que aún quedan en algunos reductos cívicos, Barquisimeto resiste y contraataca. En este momento de tormenta política es apropiado plantear preguntas sencillas que se relacionen con el interés común de vivir juntos en la misma tierra y compartir el mismo paisaje vital en el que disfrutar del espacio público, los eventos culturales, los usos económicos y el medio ambiente. Estructuras de tolerancia civilizada.
¿Cómo es la ciudad que queremos?… ¿Qué orgullo tienen los barquisimetanos que les permite identificarse colectivamente?… ¿Cuánto saben los vecinos de esta ciudad sobre los aspectos más relevantes de su realidad urbana? … y la pregunta más difícil y desafiante es ¿dónde está? barquisimetano Para responder a esta pregunta… ¿dónde están los barquisimetanos que hacen posible la reconstrucción sociocultural de una ciudad, los asentamientos poblacionales en lugares desconectados, de la migración interminable desde la esperanza fallida a la necesidad violenta?… ¿Dónde están los berquisimetenses?
La ciudad que camina
Barquisimato tiene una historia especial Mientras avanzaba desde su base a orillas del río Buria hasta llegar a la orilla del río Tarbio. Parece que esta situación peregrina caracterizó a quienes luego la poblaron, peregrinos de diferentes partes que hacían mágica confluencia de una gran capital que precisamente ahora necesitaba urgentemente un nuevo camino hacia el futuro.
Imaginemos por un momento Nueva Segovia del Río Cenijo Hace cuatrocientos años y veremos un conjunto de casas sobre una hermosa falda de colinas, un puñado de casas confundidas entre verde vegetación con frondosos árboles característicos de un valle con riego natural permanente. Con el bosque de Macuto a sus espaldas, así pegado a las estribaciones de la gran cordillera de los Andes, Barquisimeto puede asomarse a los cerros occidentales y nororientales de otras cadenas montañosas. Sierra de Baragua y Matatere A un lado está la sierra de Aroa, rama de la Sierra de la Costa, al otro.
La amplia llanura sobre la que se asienta Berquisimeto es también una yuxtaposición obvia entre lo árido y lo fértil. Aire seco, tuna, tierra confinada, cardenales, cabras y sed de Occidente. Aire de montaña, grandes mijaos, lubinas, canarios, agua y cultivos al este.
ciudad de la colina Donde vinieron los Trujillanos y lo hicieron suyo, un pueblo de valle fértil donde los cañaneros de Toquan hicieron su hogar permanente, un pueblo de tierra seca donde los carros y falconianos encontraron un agradable refugio para saciar su sed, un pueblo llano donde los portugueses, Cojedes y en Barinas asumieron el desafío de ampliar sus horizontes. Barquisimeto, en una continua mezcla de ciudadanos, definió así un ideal cosmopolita que la convirtió en la gran capital de la región Centro Occidental venezolana.
Barquisimetanos y Barquisimetidos
Eligio Macías registrado en un artículo publicado en Música Impulso Discurso del poeta Carreño Luis Beltrán Guerrero pronunciado en el Salón Legislativo de Palacio de Gobierno con motivo del cuatricentenario de Berquisimeto, en homenaje a los Hermanos Raldiriz. Allí el acérrimo humanista afirmó que “la grandeza de Barquisimeto se ha hecho y se seguirá haciendo cada vez más”. Barquisimetanos, Barquisimetidos. “El cronista local celebra con entusiasmo la expresión del hablante; es muy probable que bajo esa alegría Macías Mujica sintiera que estaba rindiendo homenaje a sus padres, quienes vinieron de los llanos portugueses. Y de estas tierras, principalmente de Acarigua y Ospino, la capital. Lawrence fue una familia de olas recibidas que participó activamente en la construcción de Barquisimeto en la primera mitad del siglo XX, cuando Venezuela y sus ciudades comenzaban a despertar de su largo período rural.
Apellidos como Macías, Escalona, Gómez, Zapata, Camejo, Mújica entraron en la corriente hereditaria de esta ciudad crepuscular, y junto con Tamayo, Anzola, Fortul, Álvarez y otros de El Tocuyo formaron una sola familia de barquisimetanos, luego los Daibis, Calderón, Valera, entre muchos, traerán desde los estados vecinos Trujillo, así como Rira, Montesdioca, Carmona, Herrera, Crespo, Ramírez, Jubilaga, Carrora por nombrar algunos.
Cualquier lista de personalidades que tuvieron papeles protagónicos. Estructura social de esta ciudad.Por lo tanto, los ejemplos no indican importancia o prioridad, sólo pretenden ser pinceladas de un cuadro que se les pintará a los estudiantes de historia y sociología. Quisiéramos resaltar, basándonos únicamente en un repaso coloquial de los datos, que Barquisimeto tal como lo conocemos es el resultado de un crisol cultural con sus recursos vitales de lagos con múltiples afluentes.
La ciudad, que desarrolló personalidad propia en la primera década del siglo XIX, supo consolidar un plan productivo propio, un amplio y frondoso movimiento cultural. Expresión principalmente pictórica, musical y literaria.Y, sobre todo, un mundo abierto de relaciones sociales dentro del cual no había barreras para el desarrollo socioeconómico pudo hacer realidad las mejores predicciones de sus ventajas geográficas porque contenía hombres capaces de involucrar sus características culturales en el proceso urbano. Integración caracterizada por la tolerancia y los intereses comunes.
El gran intelectual Carino no estaba de acuerdo en este punto. CECILIO JUBILAGA PERERAAsí lo refleja un artículo publicado en El Impulso el 22 de septiembre de 1934, en respuesta a otro publicado por Eligio Machías Música en el mismo diario sobre el deseo. Tomemos un extracto del ensayo de Chio Jubila: “Las contribuciones extranjeras, llamadas cosmopolitismo, son el regalo de algunos pueblos al mundo. Pero cuando los injertos no son recibidos con plena absorción en la savia nativa, este cosmopolitismo actúa, de manera destructiva o perversa, sobre la salud de la planta original. Barquisimeto siempre ha sido una ciudad acogedora, digamos cosmopolita. Pero en otras ocasiones los sujetos adheridos al núcleo se adaptan uniéndose completamente debido al fuerte apego de la simpatía al interés. A la larga, el recién llegado se sentía profundamente conectado con la tierra, que hacía suya, uniendo su alma individual a toda la masa colectiva, debido al poder de estimulación que el ambiente ejercía sobre sus facultades, entonces capaces de producir el Calidad de aquerencio con energía.
Esta posición de Chio Jubilaga, ante la muerte de la dictadura gómezista, no pudo anticipar la tendencia modernizadora que sacudió al país durante los gobiernos de López Contreras y Medina Angarita, cuando los procesos de transformación institucional condujeron a una atomización basada en grupos urbanos. Un nuevo conjunto de intereses sociales. Barquisimeto y los barquisimetanos respondieron a este desafío con habilidad y nobleza y supieron perfilar idiosincrasias propias y universales que los diferenciaban y los diferenciaban de su material parental. Berquisimeto logró consolidarse convirtiéndose en un árbol sano, podemos decir, parafraseando carorino inteligente.
Sin embargo, la valoración de don Chio Jubilaga parece profética si la repetimos en este momento en que la ciudad está sumida en una gran confusión sobre su destino.
Con esta reflexión invito cordialmente a los integrantes del Consejo Consultivo del Ayuntamiento de Barquisimeto a hablar sobre este tema. Su sede Decodificar movimiento Disponible para cualquier reunión que se pueda celebrar sobre este tema.
Jorge Euclides Ramírez
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