Una disputa territorial comienza cuando “Un estado formaliza un reclamo sobre parte o la totalidad del territorio de otro estado soberano.; Un estado cuestiona la ubicación de una frontera existente y solicita una revisión fronteriza, o un estado cuestiona el derecho de otro estado a ejercer soberanía sobre ese territorio”.
Leyendo un artículo de Mariana Alejandra Altieri, experta argentina Estrategia y geopolítica, afirmamos que “actualmente hay 71 disputas territoriales no resueltas que involucran a 79 estados. Esto significa que el 41 por ciento de los estados del mundo están involucrados en disputas territoriales con otros estados, lo que puede conducir a tensiones bilaterales, regionales e internacionales. El citado analista también afirmó que “por un lado Disputas territoriales A medida que pasa el tiempo, debe cumplirse una de estas dos condiciones: o los Estados involucrados no han intentado resolver la disputa o los intentos de resolución han fracasado”.
Entonces tenemos que en Europa siguen sin ser permanentes. Las pugnas por la soberanía involucran a países de América Latina. Una de estas disputas por el espacio territorial concierne a la República Argentina, cuyos representantes insisten en reclamar su soberanía al Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Islas Malvinas, Islas Georgias e Islas Sandwich del Sur y áreas marinas circundantes. Otra disputa de larga data involucra al Reino de España con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte por el Peñón de Gibraltar. Han pasado decenas de años en este conflicto, acumulándose mucho tiempo en un conflicto prolongado y aparentemente interminable.
Otra lucha menos prolongada en la que el Reino Unido de Gran Bretaña interactuó como su adversario. Venezuela. Se trata de ocupar la parte de nuestro territorio conocida como Esequibo. Desde que tenemos uso de razón, en la escuela a la que asistíamos de niños, los venezolanos comenzamos a definir esa frontera Nuestras oportunidades regionales. Lo supimos mirando nuestro mapa colgado en la pared de la escuela. La integridad territorial de nuestra Venezuela está muy bien definida en el artículo 10 de la Carta Magna de 1999. Este dispositivo actualizó y precisamente reintrodujo lo dispuesto en el mismo sentido en las diversas constituciones de Venezuela desde 1830. Desde que aprendimos a leer y escribir hemos comenzado a repetir una y otra vez que “el territorio de la República y otros lugares geográficos correspondían a la Capitanía General de Venezuela antes de la transformación política iniciada el 19 de abril de 1810, los cambios resultantes de tratados y laudos arbitrales no se vieron afectados por el vacío”.
La responsabilidad de proteger nuestros espacios territoriales fue asumida plena y completamente por los gobiernos democráticos. Como la invasión de nuestra Guayana Esequiba en 1899 se efectuó mediante el irregular Laudo de París, el Estado de Venezuela, patriótica y hábilmente representado, como resultado de presiones indebidas del Reino Unido de Gran Bretaña, pudo firmarlo por las partes disidentes. . El Convenios de Ginebra de 1966, como una forma estratégica y conveniente para que Venezuela supere el “acceso territorial” derivado del comportamiento de los portavoces de las autoridades guyanesas. Lamentablemente, esta estrategia, que se reflejó en todos los escenarios a los que asistieron los embajadores plenipotenciarios que trabajaron para ella Autoridades legítimas de la República de Venezuela, después de que el presidente Hugo Chávez Frías abandonara la diplomacia de Estado para practicar la “diplomacia de la amistad”, comenzó a divagar con respecto a los ideólogos y su tensa relación con el régimen de Castro. Versiones de las rendiciones tanto de Chávez como de su sucesor, Nicolás Maduro, han quedado registradas en medios de comunicación y en videos que sobreviven en las redes sociales. Las declaraciones de Chávez y de su Secretario de Estado, Roy Chadderton, resuenan en nuestros tristes recuerdos, por lo que “Exoneraron a Guyana, culparon al imperialismo norteamericano”. Ahora, una incompetencia perversa e irresponsable y arriesgada se ha apoderado de la escena, incluidas amenazas infundadas contra el actual líder de Guyana, lanzadas en el segundo capítulo de esta desastrosa defensa del territorio venezolano por parte de Maduro contra el gobierno de David Granger.
Este comportamiento restauracionista de Maduro sirvió de excusa Gobierno de Guyana Partiendo de planes basados en más de cinco décadas de negociaciones y procesos de solución pacífica, la adopción de una estrategia diferente comenzó solicitando al Secretario General de la ONU que procediera con un caso ante la CIJ basándose en la posibilidad de una apelación. Ese marco es una posibilidad contemplada en los Convenios de Ginebra para abordar la situación.
Los zigzagueos de la diplomacia chavomadurista han sido fatales para los intereses de nuestro país. Recordemos que Guyana, desde la presidencia de Cheddi Jagan, se ha convertido en una parte sumisa e incondicional de Cuba. Los vuelos de Cubana de Aviación que transportaron tropas cubanas a Angola hicieron escala en Guyana. tiene vídeo Hugo Chávez cita razones por las que Venezuela abandonó el reclamo del Esequibo. Habló del “pueblo hermano y su lucha contra el internacionalismo”, apoyando la estrategia de Fidel Castro de apoyar la base estratégica de Cuba en América del Sur.
Después de esta serie de pifias, o más bien traiciones a los intereses de la patria, Maduro inventó un referéndum absurdo y ridículo., donde intenta preguntar a los venezolanos algo obvio como “si reconocen que el caballo del libertador Simón Bolívar era blanco”. ¡Por supuesto Esequibo Venezuela! No es necesario preguntar.
Ante semejante despropósito, no puedo dejar de mencionar la histórica decisión del presidente Carlos Andrés Pérez del 21 de junio de 1974, fecha en que se publicó en la Gaceta Oficial N° 30.430 (CARE) la ley que crea la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores. Cuerpo diseñado “Ríndete Cooperación con los gobiernos nacionales en todas las ramas de la política internacional”.. En Care se reunieron ex Presidentes de la República, ex Cancilleres, además de dos representantes de la Cámara del Senado y dos diputados de la Cámara de Diputados del extinto Congreso Nacional. Fue política exterior y diplomacia de Estado, con grandeza y en el espíritu de un verdadero nacionalismo. No está sucediendo ahora, con estos líderes audazmente tontos que no saben cómo proteger lo que es históricamente nuestro.
Antonio Ledezma
@alcaldeledezma