Un segundo susurro cada hora”recordar“Que no eres una estatua de piedra, que tienes un límite, que eres carne, huesos, sentimientos, pensamientos, corazón, sangre, etc. Cada día de vivir es una ganga, hay que quitarle el privilegio de ser , lo que puedes ahora. Todavía podemos permitírnoslo Existir y respirar antes de que la interminable corriente del tiempo cubra nuestras calles Con la áspera nieve del atardecer…
En el viaje de la vida, el camino inverso rueda bajo el cielo, el progreso de la tarde se lo recuerda al viajero. Nostalgia y desesperación, sus momentos de gloria y su ocaso; El paisaje ante sus ojos y sus pensamientos corren rápido, el silencio acecha el pasto, la niebla se duerme sobre los árboles, un momento feliz donde no hay quien traduzca el recodo del camino por donde se ha ido un amor, como la tristeza que el viejo el hombre hace una pipa ante la fuerza del huracán. Visto doblarse y romperse, No hay quien no pueda traducir la cruz de la voz pesada y rígida de la calle o la mano vacíadesempleados; No hay quien pueda traducir las viejas historias que surgen en el crepúsculo, nadie que pueda traducir lo que se puede reconstruir.Deseo humano en el parque de su alma¡No hay ni habrá nadie que pueda traducir el dolor de los niños y animales hambrientos y hambrientos como una rosa marchita que yace en los caminos desolados de la tierra!
– La Prensa – Venezuela –
El tren avanza por el terreno, escondiéndose en la tarde cuando allí, en la oscuridad de la noche, como una vela, aparece la luna llena en todo su esplendor. De norte a sur, de este a oeste, mientras el hombre duerme su ambición obra, El ojo del viento brilla sobre el silencio viajero, Cada mañana y cada noche. El pálido reflejo de la luz de la calle proyecta sombras sobre los árboles Silueta de un tren que avanza lentamente hacia un destino marcado Y una última parada.
El viento en el camino, apuntando la aguja del día, recuerda a los hijos de la tierra su rutina. al lado de la carretera Hay tramos donde ya no hay ciudades, solo quedan sus restos Cenizo, ya no hay pradera, la lucha ha caído de su corazón, todo ha terminado como un fantasma en el vacío, esa casa, ese campo y esos recuerdos han desaparecido, el tiempo ha cerrado sus puertas…
Cada uno elige un camino a seguir, Algunos caminan por el camino de una vida de trabajo Viviendo en el infierno, a otros les gusta ser felices, dependiendo del aire azul, a otros les gusta vivir como la soledad del agua profunda y quieta, con el deseo más sexual, con el corazón lleno de flores, Ser un prisionero del amor sin finOtros prefieren aferrarse a sus penas, a sus sueños muertos ya sus raíces marchitas, los más oscuros prefieren despedirse de todo bajo las brumas de su camino, mientras su séquito marcha hasta anclarse en los brazos de la muerte.
– La Prensa – Venezuela –
El tiempo no se detiene, los relojes van, las oportunidades van, los relojes pierden años. Con todo y sus obstáculos y dificultades, es una alegría y un privilegio vivir y viajar en el tren de la vida. Somos seres humanos, no estatuas de piedra…
Amanda niña de Victoria
– La Prensa – Venezuela –