– La Prensa – Venezuela –
Omitir la palabra, en la primera entrada, implica algo negativo. Pero no es así, puede tener un carácter muy positivo, incluso glorioso, pero es, sobre todo, una condición de nuestro movimiento humano: nadie vive sin dejar algo. Siempre nos encontramos en una encrucijada en la que tenemos que elegir. Quien decide ir al norte, abandona el sur o se dirige a otro punto clave. Quien adopta una profesión abandona otra. Quien se casa renuncia al celibato. Y viceversa, si la decisión es por una vida santa. Elegir nuestro camino vocacional o profesional es fundamental en nuestra vida. Cada camino implica el sacrificio del otro. Y eso no es una tragedia, es un ejercicio legítimo de nuestra libertad.
Por supuesto, hay Dolorosa resignaciónComo por ejemplo por exilio político forzoso en la patria o por autodecisión por condiciones de vida insostenibles en esa patria, como le sucedió, por ejemplo, a la trágica diáspora venezolana. Gran parte de la fuerza viva de nuestro país, que por su juventud, formación y capacidad inspiran el progreso, reside en el exterior, impartiendo a otros nuestros propios talentos. Mientras aquí permanezcamos viejos, insensatos y pusilánimes, junto a un puñado de hombres valientes, decididos a perseverar y vencer, que nos mantienen en alerta positiva, llenos de esperanza.
paja Renuncia forzada Ante situaciones inestables, con su cuota de tristezas: Los líderes organizacionales que son fundadores o encargados de sacarlas adelante administrándolas, logran su pleno éxito y acción. Pero pasaron los años y llegó el reemplazo; La nueva generación tiene que aportar nuevas ideas. Los viejos titanes no quieren rendirse, no quieren entregar el testigo, pero se les acabó el tiempo. Qué difícil es aceptarlo y con qué frecuencia se convierten en verdaderos obstáculos. Hay que reconocer el momento de la resignación.
y tener escapada romanticalo que en otras épocas contribuyó a enriquecer el arte, especialmente la poesía. Menos aún hoy, cuando la humanidad ha comenzado a superar barreras que alguna vez fueron insuperables, como la clase social y económica, la religión y las diferencias étnicas. A esta especie de sacrificio se refieren estrofas seleccionadas, las dos primeras y la última, que he transcrito de uno de nuestros grandes poetas:
Te lo dejé a ti. No fue posible. Eran los vapores de la imaginación;
Son ficciones que dan proximidad a lo a veces lejano.
Seguí viendo cómo el río quedaba preñado de estrellas…
Hundí en él mi mano loca y supe que la estrella había salido…(…)
(…) Ya voy a mi propio nivel. estoy tranquilo
Cuando abandone todo seré mi propio dueño; Regresaré destruyendo la cinta.
en el hilo
El viaje de regreso de dejar sueños…
Andrés Eloy Blancorenuncia, frgs.
El poeta me sumerge en un silencio reflexivo. No estoy seguro de aceptar su puesto. No creo que debas volver de dormir. Para nosotros, los venezolanos en este momento, sería un suicidio. tenemos que aguantar Nuestro sueño de libertad. No pierdas la esperanza porque la solución definitiva está a nuestras puertas. Quienes usurpan un poder que no les corresponde, que han perdido elecciones clarísimas, han sido rechazados por la mayoría del pueblo. No los queremos. El coraje, la perseverancia y el trabajo incansable de una mujer sacuden los cimientos de su poder, la gloria de Venezuela, que ya huye de la gloria del continente.
Señores usurpadores del poder ilegítimo, al menos tengan un gesto de honestidad y elegancia: renuncia. Antes de que fueran removidos vergonzosamente por la fuerza. Di adiós porque el país ya no es tuyo. La renuncia es para ti. “Viaje de regreso del sueñoLo cual ha sido una verdadera pesadilla para Venezuela.
Alicia Álamo Bartolomé
– La Prensa – Venezuela –