El director de la Fundación Azul Ambientalista, Yohan Flores, denunció que el lago de Maracaibo está cubierto en un 70% por una capa de alga verde, conocida como “verdín”, que es el resultado de aguas residuales que se vierten al cuerpo de agua sin tratamiento.
Además, señaló que los frecuentes derrames de petróleo empeoran las condiciones ambientales del lago, estimando que cada día se pierden entre 500 y 1.000 barriles de crudo.
Flores recordó que hace un mes solicitaron al Gobierno nacional que declarara el estado de emergencia para solucionar el problema, pero no obtuvieron respuesta.
“Verdigris tiene un olor muy fuerte cuando se seca y causa enfermedades a los habitantes de las zonas costeras del lago. También está afectando el turismo y la pesca, que son actividades económicas importantes para la región”, dijo Flores en entrevista con Radio Fe y Alegria Notícias.
Los activistas ambientales han pedido el mantenimiento de las plantas y tuberías de tratamiento de aguas residuales, así como la inversión en equipos y personal para limpiar los derrames de petróleo.
“El lago de Maracaibo se está muriendo lentamente. Hemos visto animales muertos y manchas de petróleo que llegan a seis metros de la orilla. Necesitamos que PDVSA se responsabilice y que el Ministerio del Ambiente active el plan de saneamiento de emergencia”, dijo.
Por su parte, el gobernador del estado Julia, Manuel Rosales, anunció que se construirá una planta de tratamiento de las aguas residuales que contaminan el lago, mientras que el alcalde de Maracaibo, Rafael Ramírez, reiteró su pedido para que el gobierno nacional intervenga en asuntos ambientales. la crisis