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“La hierba se seca, las flores caen; pero La palabra de nuestro Dios perdura para siempre.” Isaías 40:8.
Hay una tendencia muy común en el mundo del cristianismo, a pensar, creer y, lo peor de todo, enseñarlo. la ley de dios Es sólo para los judíos, y fue exterminado, fue abolido, que ahora estamos “sólo bajo la gracia” y no bajo la ley, y lo digo con tristeza porque está sucediendo lo que les pasó a los judíos en el pasado. .
Está claro que es una ley judía. Pero Dios no sólo se lo dio a los judíos, sino que se lo dio a personas que eran históricamente insignificantes, hablándoles para empoderarlos. Los escogió para presentar su ley a todos la humanidad. Es necesario aclarar que hubo leyes judías que se omitieron. La ley ceremonial que ya no se debía cuando vino el Mesías, sino la ley de Dios. Los Diez Mandamientos del Éxodo 20, del SINAI, del Salmo 119. Si admitimos que está perdida o que no es para nosotros, estamos admitiendo que la palabra de Dios no es eterna y por eso estamos equivocados. Cancelaremos sus palabras. Entonces tenemos que borrar numerosos textos que prueban lo que decimos. “La hierba se seca, la flor se marchita; pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre”.
Amigos, la institución del sábado como símbolo de la ley de Dios es la más atacada por el enemigo. Debemos decir firmemente que el séptimo día de la semana, como dia del señorGuardarlo, consagrarlo y reconocer a Dios como nuestro creador, no es una simple ley judía. Cuando Dios creó el mundo, puso todo junto. Los judíos no existían. Ver “Así fueron acabados los cielos y la tierra y todos sus ejércitos. En el séptimo día Dios terminó lo que había hecho. El séptimo día terminó toda su obra y descansó. Y bendijo Dios el día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación” Gén. 2,1-4. Si aguzamos bien los ojos, notarán algo verdaderamente maravilloso. “Y Dios bendijo el sábado y lo santificó.”
Es fácil amigos. No hay complicaciones. Caminamos bajo la ley de Dios y también bajo Su gracia. Porque obedecer hoy los mandamientos divinos… que son eternos… inmutables… infinitos porque son dados. Omnipotente, omnisciente, omnipresente ¡Esas son las obras que resultarán de tu fe en Él…!
¡Hasta el próximo artículo inshallah!
William Amaro Gutiérrez
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