– La Prensa – Venezuela –
La verdad es propiedad de una afirmación que debe encontrar su verificación en la realidad. La conciencia moral de la comunidad debe basarse en la verdad como valor moral, ya que en ella reside el necesario respeto de quien la pronuncia ante los ciudadanos. fraude o mentira Destruye el honor y por tanto la confianza de quien lo hace o lo pronuncia. Sin verdad la racionalidad desaparece y como decía Aristóteles: El que rechaza toda verdad sufrirá un estado vegetativo. De ahí que exista una estrecha relación existencial entre la verdad y la condición humana.
La coherencia entre la verdad de lo dicho y las acciones es un estándar asociado a la integridad en el comportamiento humano. Afirmar conclusiones que no son verificables en la realidad, lo que pasó, es deshonesto, lo que trae consigo Falta de respeto y rechazo De quien procede así. En cambio, avanzar basado en la verdad implica integridad personal que a su vez atrae el respeto de la comunidad.
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La verdad nos hace libres., mentir nos atrapa en el atolladero de disimular e intentar justificar acciones basadas en falsedades descaradamente pronunciadas. El camino de la verdad nos hace honestos, lo que beneficia a quienes nos rodean, porque ser veraces nos hace justos. La farsa, por el contrario, nos obliga a actuar, pretendiendo ser artificiales con lo que sustituimos la verdad, lo que nos obliga a proceder con injusticia porque si partimos de decisiones fraudulentas, nuestras decisiones serán arbitrarias, injustas.
Ser honesto es ante todo un compromiso contigo mismo. Esto luego se traduce en el reconocimiento de nuestros pares como resultado del cumplimiento de esos compromisos. En principio no decimos la verdad para que nos oigan decirla, no, ante todo esa actitud veraz es el resultado de proceder de acuerdo con las obligaciones morales que nos imponemos a nosotros mismos. Como ya dijo Foucault: “Es el coraje libre por el cual uno se une El acto de decir la verdad.. E incluso, es la ética de decir la verdad en una acción arriesgada y libre, es decir: quien tiene el coraje de arriesgarse a decir la verdad y quien se arriesga a decirla de acuerdo consigo mismo, en su poder precisamente como proclamador de la verdad. verdad..
Quien ignora tales acuerdos consigo mismo y vive la vida basándose en estrategias puede obtener poder y suerte Sin embargo, como suele suceder, la ola de degradación y desgracia siempre estará sobre él, y lo peor es que él lo sabe, por eso se ve privado de los sueños de los piadosos.
Probablemente el mejor ejemplo El poder de la verdad Las actividades políticas de Vaclav Havel, presidente de Checoslovaquia después del régimen comunista. Anteriormente fue seleccionado como candidato porque en una asamblea de delegados, donde se debatía la forma de manejar la transición, se puso de pie y dijo que la única manera de restaurar la confianza nacional era, francamente, que no podía ser. Un pasaje verdadero que comprometería a la sociedad en su conjunto, si se descontase con mentiras, porque la mentira era el eje de todas las perversiones comunistas en el país. Podemos vencer la carga que nos dejó el comunismo, con el hecho de que podemos tejer un velo de solidaridad que nos proteja de las dudas y miedos que nos acompañarán en nuestro nuevo camino. Toda la asamblea votó unánimemente y con una gran ovación por Václav Havel y así comenzó la Revolución de la Verdad.
Nuestra mejor guía para esta nueva etapa es la actitud de Vaclav Havel porque nunca mintió, porque contra viento y marea siempre dijo la verdad, fuera políticamente conveniente o no.
Con la verdad no insultamos ni tememos. Con la verdad, con la verdad habrá justicia y paz.
Jorge Rosell y Jorge Euclides Ramírez
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