– La Prensa – Venezuela –
Los humanos somos gregarios por naturaleza. Todo ser humano necesita la alteridad, donde los demás le acompañen y le ayuden a realizar su misión en este mundo. Por supuesto, hay y hay personas que se aíslan del mundo, los ascetas. Dejan todo para servir a Dios. servido en secreto: Todo lo que Dios quiere son almas y ellas, en su solitario silencio de oración, se las suministran.
Lo que sucede en este punto de nuestra civilización es inusual. Los avances en ciencia y tecnología son notables. Después de todo, medios de comunicación Se han desarrollado de tal manera que han convertido el planeta en una aldea. Pase lo que pase en cualquier parte del mundo, se sabe en todo el mundo en cuestión de segundos. Y, sin embargo, estamos cortados. Por este mismo medio de comunicación.
Vemos personas que se reúnen en sus casas privadas o en lugares públicos como plazas, estadios, restaurantes, cafés, pero no se prestan atención unos a otros, porque todos están ocupados buscando o enviando mensajes con sus teléfonos inteligentes. .., con el que ponen fin a sus atrocidades. Se pierde la intimidad de los rostros humanos y los gestos que calientan la existencia. WhatsApp explota sus recursos vivir en sociedad.
Y algo dramático. El hombre se abriga. Se vuelve egocéntrico, su ego desarrolla una fuerza centrípeta que atrae todo hacia sí. él cree ombligo del mundo y su deseo de encontrar la autogratificación de su personalidad narcisista. Se cree feliz con todo lo que posee: mi casa, mi coche, mi ordenador, mi yate, mis bebidas, mis viajes…, cuando tiene recursos económicos, pero desgraciadamente, cuando tampoco los tiene. La mía sería más modesta, pero ahí está: mi taza de café, mi cuchara de acero, mis zapatos de diseño -aunque sean robados-, mi chaqueta, mis pantalones… Hoy en día, hombres y mujeres viven de su sinfonía en mi mayor. Y, al final, todos sienten un gran vacío.
Es una pena, existen melodías mucho más grandes y alegres para llenar el vacío de las almas egoístas. Su nota principal, su eje, es tú. Su leitmotiv es la bella palabra, contigo. Cuando nos sacrificamos por el bien de los demás, cuando sacrificamos el ego por la solidaridad, la indiferencia por la misericordia, la mezquindad por la bondad, la venganza por el perdón, el desprecio por la justicia, la guerra por la paz. Cuando vivimos en hermandad
Respetamos nuestra humanidad Cuando extendemos la mano para ayudar a los demás, cuando practicamos la solidaridad. Porque ¿qué son las personas? animal racional. el único De todas las criaturas de la tierra, muchas hermosas, inteligentes, amigables, violentas o triviales, ninguna puede razonar, siguen sus instintos y más o menos sus sentimientos, pero no causan ni resuelven problemas. Sólo los humanos pueden hacer eso. Su inteligencia lógica le lleva a analizar, reflexionar, resolver o equivocarse, pero a partir de ello adquiere experiencia y realiza correcciones.
Además, o mejor dicho en su totalidad, el hombre tiene un alma inmortal que está creada para ser disfrutada. Bienaventuranza eterna con Dios.. Y si en la vida transitoria no puede disfrutar de la hermosa vista (la gloria de la luz divina lo cegará), puede captar los rayos que escapan de la luz negra de la fe. El hombre sin pecado tiene las gracias divinas que le dan la semejanza de Dios, y si las pierde, todavía tiene en su alma la imagen de su Creador. Dios nunca nos abandona. Siempre podemos volver a ello. Sólo la decepción o la desesperación nos separarán para siempre. Es el pecado imperdonable contra el Espíritu Santo que Cristo nos ordenó
Cada uno de nosotros nace con una misión. Debemos llenarlo con nuestra actividad. ocupación. En una sociedad bien organizada, todos tienen acceso a la educación, a la formación necesaria para ejercer una profesión, un oficio. Ese es el trabajo. Es el deber y el derecho del hombre. Es más, la obra es semisagrada y sagrada. Éste fue el eje de la doctrina de la santificación universal en la vida ordinaria que predicó san Josemaría Escrivá de Balaguer. Un hombre del siglo XX (1902-1975), con la mirada puesta en el cielo y los pies en la tierra, cuya festividad celebramos hoy, 26 de junio, 49 años después de su muerte. Santifica el trabajo, santifícate a ti mismo a través de él y santifica a los demás a través de él. Cualquier acto justo, ya sea como jefe de estado o como barrendero, agrada a Dios si se hace para encontrar plenitud en el amor por Él. No hay jerarquía para clasificar el trabajo, sí hay jerarquía para el propósito del trabajador y los medios para realizarlo.
No nos engañemos. Este mundo sería mucho mejor si cada uno se dedicara a sus propias cosas. Con amor Crisis, conflictos bélicos, tragedias causadas por la intolerancia, malentendidos y conflictos, caos, si procedemos al menos con sentido común. Pero luchamos contra el crimen, pero apoyamos leyes que apoyan el aborto, incluso en países donde la tasa de natalidad está disminuyendo rápidamente. Protegemos la vida animal y vegetal, pero no la vida humana. Avanzamos en la medicina, se vencen las enfermedades, la gente vive más, pero aplaudimos la eutanasia. ¿Eran ellos? Estamos rotos con la coherencia.
Volver a Principios y valores espirituales.. Lava tu alma con cloro. Romper con el conflicto, con el egoísmo, silenciar para siempre esa sinfonía en mi mayor. Reemplázalo con Sol Mayor…, ¡Amor!
Alicia Álamo Bartolomé
– La Prensa – Venezuela –